Chicago, Illinois.— Al momento de escribir estas líneas, cerca de mil 900 personas han sido diagnosticadas con Covid-19 en Estados Unidos, 41 han muerto. Aunque se espera que los casos aumenten cuando la prueba de detección se aplique a más personas.

Hablamos de un virus nuevo para el que el sistema inmunológico humano no tiene anticuerpos y que es altamente contagioso. El adquirir el coronavirus no es una sentencia de muerte. Por el contrario, la gente joven y sana no exhibe síntomas o los tiene moderados. El verdadero peligro es que al portar el virus se interactúe con personas con mayor riesgo, mayores de 60 años, gente con padecimientos crónicos, cardiovasculares, respiratorios, etc., y al infectarlos sufran complicaciones que les causen la muerte.

Debido a nuestra vida globalizada es imposible evitar el contagio, pero sí es factible mitigar la velocidad de la propagación si se detectan y aíslan los casos oportunamente para evitar la transmisión comunitaria. Para eso son necesarias las pruebas de detección. No obstante, a dos meses de iniciada la emergencia, este país no cuenta con las herramientas necesarias.

En enero pasado el gobierno federal descartó utilizar la prueba de detección usada en Asia y Europa. En contraste, se ordenó tener una prueba doméstica. Al tiempo que los contagios aumentaban, la escasez de las pruebas se hizo evidente.

La respuesta al Covid-19 en Estados Unidos
La respuesta al Covid-19 en Estados Unidos

Por su parte, el presidente declaró estado de emergencia. La acción le permite echar mano de 50 mil millones de dólares para responder a la crisis. También, presentó un acuerdo con el sector privado para fabricar y distribuir masivamente la prueba de detección que estará accesible localmente. La empresa Google ya construye un sitio de internet que guiará a quienes deseen hacerse la prueba indicando si sus síntomas lo ameritan y dónde pueden acudir a practicársela.

La buena noticia es que este acuerdo entre gobierno, laboratorios, farmacias y empresas tecnológicas se logró en sólo una semana. La mala es que las autoridades ignoraron las alertas tempranas que alzaron la voz para actuar hace más de dos meses. Donald Trump dice que su equipo “ha hecho un gran trabajo”. Si bien el acuerdo público-privado es un avance notable, éste dará frutos con un enorme retraso. ¿Cuántas vidas se perderán por esta negligencia?

El Ejecutivo también recurrió a medidas drásticas de efectividad cuestionada como detener la entrada de extranjeros provenientes de Asia y Europa. Quizá estas medidas pudieron tener sentido antes de que hubiera contagios comunitarios. Hoy ya es demasiado tarde.

El coronavirus ha puesto al mundo en una situación inédita por lo que es entendible que se cometan errores. No obstante, Trump minimizó deliberadamente el problema y tomó decisiones ineptas que privilegiaron su protección política por encima del bienestar de sus gobernados. Este comportamiento agravó una situación ya de por sí muy delicada.

Realizar pruebas oportunas de detección, implementar medidas de contención de contagios, informar con honestidad a la población, mantener el distanciamiento social y otras medidas de sentido común son pasos necesarios para controlar la crisis. Sólo espero que otros aprendan de nuestra torpeza y se preparen con responsabilidad, inteligencia, pero sin pánico.

@ARLOpinion

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