Chicago, Illinois.— El virtual candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, seleccionó a la senadora por California, Kamala Harris, como su compañera de fórmula. Esta es la dupla que tratará de sacar del poder a Donald Trump y Mike Pence.

Usualmente, el candidato a la vicepresidencia tiene poco peso en el electorado al decidir quién será el nuevo mandatario. No obstante, en esta ocasión el presidente y el aspirante a remplazarlo tienen 74 y 77 años respectivamente. El vicepresidente no sólo detenta la segunda oficina más relevante del Poder Ejecutivo, también es la primera persona en línea para sustituir al presidente en funciones.

El republicano Pence es un ultraconservador de vieja guardia, mientras que Harris es una demócrata con una larga carrera como fiscal que culminó al ser electa Procuradora General del estado más poblado del país, California.

La adición de Harris a la fórmula demócrata apela a revivir el ánimo de las mujeres que fue sepultado con la derrota de Hillary Clinton en 2016. Con esta opción, Estados Unidos podría ver a la primera presidenta si Biden sólo gobierna un término de cuatro años. Las mujeres, constantemente insultadas y minimizadas por Trump, pueden encontrar en la figura de Harris la promesa para una equidad de genero en las más altas esferas del poder.

Kamala es una demócrata moderada que apela al centro que no espanta a la mayoría del electorado con ideas “extremas” —como retirar el financiamiento a los departamentos de policía. Pero recientemente, respalda políticas muy liberales como una opción socializada de cuidados de salud, que Biden no apoya, y ha sido clave en reformar el sistema penitenciario nacional para que las cárceles no se llenen con infractores menores.

Es una política fiel a la ley y el orden que tanto gusta a conservadores y moderados pero que, simultáneamente, intenta congraciarse con alas más liberales de su partido para no alienarlas.

La virtual candidata a la vicepresidencia es también hija de inmigrantes, por lo que es una mujer que encarna el espíritu de diversidad e inclusión que compone el ADN de esta nación. Por lo tanto, no puede haber personaje más opuesto a las políticas discriminatorias que ha implementado Trump.

La selección de la abogada de 55 años gustó tanto al centro político que Biden anunció, en su primera aparición conjunta, que con el nombramiento duplicaron el récord anterior de donaciones para su financiamiento. El Estados Unidos de clase media, los independientes y los republicanos hartos de Trump verán en Harris y Biden una opción viable.

No obstante, en la virtud lleva la penitencia. Con su historial como fiscal, muchos grupos de izquierda extrema están desencantados con Harris. Los activistas del movimiento las Vidas Afroamericanas Importan, y los jóvenes idealistas e ingenuos que participaron en la campaña de Bernie Sanders podrían quedarse en su casa el día de las votaciones.

Las encuestas dan una clara ventaja a Biden, y un número altísimo de estadounidenses se dicen muy interesados en participar. Ahora, será tarea de los demócratas motivar a un electorado temeroso para salir a sufragar ante el riesgo de contagiarse de Covid-19, y de convencer al menos a una parte del ala más liberal de su partido que si no los apoyan es igual a un voto por Trump.

No hay personas y menos políticos perfectos, pero Kamala tiene madera para vicepresidenta y quizá para presidenta en cuatro años. No obstante, antes de seguir con cálculos futuristas, hay que salir a votar el 3 de noviembre.

Periodista. @ARLOpinion

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