Chicago, Illinois. - Es conocida la costumbre del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de dominar la narrativa saturando a la audiencia, y a sus interlocutores, con verborrea. Pero, fue realmente increíble que le impusiera “la aburridora” al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca durante la reunión de trabajo que sostuvieron.
En estos encuentros es tradición hacer declaraciones generales sobre la relación bilateral y los temas que se abordarán. No así, AMLO. Con descortesía, hizo una presentación de unos 25 minutos que incluyó detalles de sus “propuestas”.
En el lenguaje corporal de Biden se advertía el hartazgo mientras el mexicano hablaba de historia. El líder estadounidense cruzaba la pierna, enfocaba la mirada al piso y se llevaba la mano a la barbilla. Quizá la inquietud dejaba ver lo que pensaba: “Get me out of here!” (sáquenme de aquí).
Lo cierto es que López Obrador, como Donald Trump, acierta en detectar las debilidades de quien tiene enfrente. A ambos personajes no les importa ser incomodos e incluso desagradables, pues su misión es imponer su narrativa y establecer el mensaje que registra la opinión pública. Esta óptica es útil para los adversarios de Biden que acusan a los demócratas de “liderar por detrás”.
Un reporte de la cadena conservadora Fox News indicó que la reunión ocurría al tiempo de “un aumento (en el cruce) de drogas y de inmigrantes en la frontera”, y detallaba el desdén de López Obrador cuando no asistió a la Cumbre de las Américas.
Biden ha tenido la cautela de no engancharse con el teatro de su vecino del sur pues en verdad necesita su colaboración para contener el cruce masivo de inmigrantes en la frontera. La postura de Estados Unidos reconoce que la relación bilateral es más relevante que la personalidad de quien ostenta el poder.
Pero AMLO sabe que su colaboración es necesaria y vende caro su amor, incluso sermoneando a su interlocutor sobre violaciones a derechos humanos. Bueno, si en verdad tiene interés en defender a los migrantes, ¿por qué no vemos qué está haciendo para que su gente no salga de su patria arriesgando la vida en la empresa?
Según cifras oficiales, la cantidad de mexicanos detenidos en la frontera casi se ha cuadruplicado en los últimos tres años. Entre los meses de enero a mayo de 2019, se detuvo a 101,000 mexicanos, pero en el mismo periodo en 2022 se llegó a 379,000. ¿Por qué se va la gente? Porque ellos y ellas huyen desesperados de la violencia y la pobreza.
Todos los indicadores macroeconómicos de México muestran que durante la presente administración el país ha empeorado significativamente, comenzando con la ausencia de crecimiento económico e inversión extranjera -ahuyentada por el mismo presidente. Ahora, pensemos en la tragedia de los más de 50 inmigrantes muertos asfixiados en la caja de un tráiler en San Antonio, Texas, entre quienes la mitad eran connacionales. ¿Cuál es la responsabilidad del México expulsor de seres humanos en este drama?
López Obrador quiere que otros hagan el trabajo que él no hace. Sus “propuestas” son una lista de buenos deseos, no obstante, no se reúne con congresistas estadounidenses para forjar alianzas a favor de su agenda. ¿Y cómo va a tener estas reuniones si lo único que hace es pelear con miembros de ambos partidos del legislativo americano?
AMLO cree que echándose rollos somníferos le alcanzará para doblar la realidad del fracaso de su gobierno. Y cree que en otros países las cosas se resuelven imponiendo su voluntad cancelando los pesos y contrapesos entre poderes del Estado, como él lo ha hecho.
El león cree que todos son de su condición, pero la realidad pone a todos, tarde o temprano, en su lugar.
Periodista.
@ARLOpinion