Chicago, Illinois. – Estados Unidos tuvo un crecimiento robusto del PIB de 5.7% en 2021, que resulta en una ganancia neta en los dos últimos años de pandemia si consideramos la contracción de 3.49% de 2020. Los estímulos fiscales a negocios pequeños, los fondos de ayuda para pagar la renta e hipotecas, así como mandar efectivo a los contribuyentes, inundaron la economía. Uno de los más grandes beneficiarios de esta tendencia fue México, pero la fortuna para 2022 apunta hacia un horizonte muy distinto.
México construyó una formidable plataforma de comercio internacional antes de la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador . Esta cualidad permitió a los exportadores mexicanos no solo recuperarse, sino superar, sus ventas previas al Covid-19 en América del Norte. Este México exitoso, pese a lo que diga el demagogo, es uno de los sectores que sostiene la economía nacional.
La otra palanca fueron las remesas. En 2021 México recibió la cifra récord de 51 mil 594 millones de dólares. Se debe entender que ninguno de los resultados virtuosos, el de las exportaciones y las remesas, se deben a buenas políticas de gobierno. Si acaso el mérito de AMLO es que, a más necesidad y pobreza entre las familias mexicanas, hay más presión de los remeseros para mandar recursos a sus seres queridos.
Los dos caudales que provienen de Estados Unidos a México , como el agua de los glaciares de las montañas que corre hacia abajo, están a punto de reducirse dramáticamente. Los principales bancos y agencias financieras ya recortaron las predicciones de crecimiento en la Unión Americana en medio punto porcentual para 2022. Entre menos dinero fluye en el vecino del norte, menos recursos llegarán a México.
Primero, para controlar la inflación se espera que el banco central (FED) aumente las tasas de interés entre 7 veces (según Bank of America), y 3 (según la agencia Reuters). Estos pasos desacelerarán la economía y reducirán el dinero circulante.
Por otra parte, la ausencia de incentivos fiscales apagará el “turbo” en que estuvo la economía. El plan del presidente Joe Biden “Build Back Better”, de más de 1 billón de dólares, que buscaba ampliar la red de protección social de los estadounidenses, fue rechazada en el Congreso. En su lugar, varias iniciativas de menor tamaño e impacto tratarán de ser aprobadas, disminuyendo su efecto en la economía.
La gente “de a pie” también tendrá menos efectivo. El crédito fiscal por tener hijos puso en manos de quienes hacen declaración de impuestos $3,000 dólares por cada hijo mayor de seis años, y $3,600 por niño menor de seis. Este ingreso adicional puede explicar el aumento de las remesas. Las familias que recibieron esta ayuda quizá dieron prioridad a sus familiares en crisis con este efectivo. No obstante, este y otros estímulos llegaron a su fin.
Las diez industrias con el mayor crecimiento esperado para 2022 en Estados Unidos forman parte de la economía doméstica, tras la esperada reapertura en un mundo post Covid-19. Y la única que podría beneficiar a México, los viajes y el turismo internacional, quizá enfrenten dificultades tras las recomendaciones del gobierno americano para no viajar a México por los hechos violentos en Cancún, Tulum y Playa del Carmen, así como por los altos índices de contagio de Covid-19.
Seguramente el presidente de México hablará más que nunca de la revocación de mandato, y de otras tonterías. Pero lo cierto es que López Obrador encabeza el peor gobierno que México ha visto en décadas. El entorno externo le permitió vivir de prestado mientras cometía sus tropelías domésticas. Se le acabó la suerte, presidente. Llegó el tiempo de que México vea caer el castillo de naipes que usted edificó con pura saliva.
@ARLOpinion