Ankit Sharma

Medidas extraordinarias para tiempos extraordinarios: reformas regulatorias llevan a los bancos hacia nuevos modelos de negocio

29/01/2020 |00:43
Redacción El Universal
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Parece que la máxima que dicta que en tiempos extraordinarios se deben aplicar medidas extraordinarias. Un ejemplo de ello es la reciente reforma de las regulaciones bancarias en Japón. La Agencia de Servicios Financieros (ASF) del país ha emitido una nueva norma que incluye lo siguiente:

1) fomentar la consolidación de bancos regionales;

2) Alentar a los bancos regionales a participar en áreas fuera de su negocio principal, como, por ejemplo, convertirse en consultores y compañías mercantiles para apoyar a sus clientes pyme.

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¿Sería posible que otros países realicen reformas similares? Si esto sucediera, sería un cambio fundamental en cómo nosotros - como usuarios percibimos a los bancos y cómo los bancos interactúan con sus clientes. Para entender si es posible que ocurra en otros países, veamos las razones por las que Japón está impulsando este cambio legislativo y cómo puede afectar a la industria bancaria en el futuro.

En Japón, los bancos regionales dominan los préstamos a pymes. Sin embargo, desde hace tiempo son uno de los eslabones más débiles del sistema financiero japonés. Este sector de mayor capacidad financiera se ha contraído a causa de su baja rentabilidad y años de tasas de interés cero. Asimismo, el envejecimiento de la población, la disminución general de la actividad económica local y la competencia con otras empresas han afectado los márgenes de ganancias y los balances de estos bancos. De las 105 entidades regionales en Japón, 27 han registrado cinco años consecutivos - incluso, más en algunos casos - en números rojos.

Con esta nueva medida, la ASF pretende cambiar la situación. En lugar de sólo regular con el fin de controlar el riesgo de préstamo, la agencia quiere motivar a los bancos regionales a repensar sus modelos de negocio y que ofrezcan a sus clientes, principalmente a las pymes, asesorías y consultorías con el fin de aumentar su cartera de clientes y así impulsar sus negocios en lugar de esperar a que solo soliciten dinero.

Por otro lado, con esta normativa, la ASF también busca facilitar la fusión de los bancos regionales, independientemente de su concentración de participación de mercado. La agencia espera que las fusiones reduzcan el número de sucursales, además de otros costos administrativos, para crear un espacio financiero que los bancos puedan usar para generar y proporcionar nuevos servicios a sus clientes.

La reforma también tiene como objetivo eliminar la regla que limitaba la inversión del banco en empresas nacionales no financieras a una participación accionaria de solo el 5%. Esto permitirá que las entidades regionales se establezcan como sociedades mercantiles regionales y revitalicen las economías locales.

Lo anterior, podría llevarnos a pensar que podría detonar una revolución en el sector. Motivados por la iniciativa japonesa, los bancos podrían comenzar a proporcionar servicios que actualmente van más allá del alcance tradicional de la banca. Sin embargo, algunos argumentan que flexibilizar las reglas prescriptivas e instar a que los bancos adopten nuevas áreas de negocio podría ser arriesgado, pues incentivaría a las instituciones financieras a apostar todo con tal de obtener rentabilidad.

Sin embargo, esta regulación podría convenir al sector bancario. Resulta extremadamente alentador observar que el cambio en Japón está siendo impulsado por el mismo regulador. Si ambas partes trabajan juntas, posiblemente veamos una fructífera transformación del sector de servicios financieros en favor de los clientes, los bancos y la economía en general.

De hecho, si miramos bien, podemos observar condiciones económicas y demográficas similares en otros lugares del mundo. ¿Vamos a ver reformas regulatorias similares en otros países? Si esto sucede, podríamos ver que los bancos agregan nuevas fuentes de ingresos y brindan servicios que actualmente consideramos ajenos al alcance tradicional de la banca. ¿Ocurrirá algo así en América Latina pronto? Solo el tiempo lo dirá. ¡Quizás Latinoamérica todavía no requiere medidas extraordinarias!

Financial Services Advisory, PwC