“Lo que demos a los niños, los niños darán a la sociedad”. La frase es de Karl Menninger y refleja la importancia que tiene la educación en nuestro futuro.
También nos permite reflexionar sobre una de las decisiones más complejas de esta pandemia: ¿cuándo y cómo iniciar el calendario escolar?
El destino que tenga la educación es, en gran medida, el rumbo y rostro de lo que será nuestro planeta. Y, en México, seguiremos inevitablemente ligados a la fuerza de la televisión, medio al que se le ha apostado para hacer llegar contenidos educativos a millones de alumnos.
Lo de nuestro país es único en el mundo. Otras naciones han optado por cancelar las clases presenciales, para que la educación se lleve a cabo exclusivamente en la casa.
Lo cierto es que el futuro del proceso educativo en la era del Covid-19 sólo será exitoso si se utilizan los beneficios que otorga la tecnología y se involucra correctamente la participación de los padres de familia.
En México, la brecha tecnológica hace que sea imposible apoyarnos en el internet para llevar los contenidos educativos a todos los rincones del país. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 16 millones de hogares no tienen conectividad. La apuesta de las autoridades educativas es llegar a 90% del territorio, por lo que también se apoyarán de la radio, ya que su alcance permitirá cumplir el objetivo.
Junto con la brecha tecnológica, desafortunadamente, nuestras escuelas presentan condiciones muy complejas.
Un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) arrojó cifras como que 2.2% no tiene acceso al suministro de agua. Únicamente 66% tiene servicios sanitarios y energía eléctrica, y apenas 22% de las escuelas tienen acceso a internet. Esta realidad complica en gran medida el proceso educativo y nos demuestra dónde se deben aplicar recursos urgentemente.
Y, aunque líderes magisteriales han expresado su rechazo a la idea de llevar la escuela a la televisión, argumentando, con razón, que los padres de familia no somos maestros y la casa no es el salón de clase, la condición actual en todo el mundo nos obliga a intentar esquemas nuevos.
Los padres de familia seguiremos jugando un rol primordial en la educación de nuestros hijos, es algo para lo que no estábamos preparados, pero en lo que, estoy segura, pondremos nuestra mejor versión.
Muvop Financiera es un proyecto de impacto financiero y educativo, el cual emprendí recientemente con la firme intención y convicción de acercar productos y conocimientos económicos que ayuden a hombres y mujeres en su economía. La página web cuenta con una plataforma educativa en línea y el contenido se ofrece de manera gratuita en línea. Estoy segura de que, fácilmente, se podría incluir en los planes de las autoridades educativas.
Este momento es de unión y colaboración, y nos presenta obstáculos y dificultades.
Son tiempos difíciles y complicados, pero hay espacio para aterrizar ideas y proyectos nuevos. Es cierto que, en la crisis, se dan los momentos de mayor creatividad.
Una idea que me viene a la cabeza es que valdría la pena aprovechar la plataforma de llevar educación por medio de la televisión para incluir otros contenidos que fomenten habilidades y conocimientos que empoderen a las familias mexicanas: cursos sobre aprovechamiento de los recursos, cuidado del medio ambiente y educación financiera.
El aprendizaje en casa y en familia podría ser un parteaguas, y se debería explorar la posibilidad de difundir conocimiento a todos los integrantes del hogar. Por el bien de nuestro país, todos a aprender.
Empresaria, inversionista de impacto y defensora de los derechos de la mujer