En los inicios de 2015, Ignacio Solares se reunió con Juan Ramón de la Fuente, rector durante uno de los capítulos más volátiles en la historia de la UNAM, con la intención de rememorar el paro estudiantil de 1999. Estas entrevistas sirvieron para analizar el episodio en retrospectiva, pensar en cuál fue la auténtica raíz del conflicto y qué lecciones dejó, no sólo para los universitarios, sino para el conjunto de la sociedad. Los encuentros quedaron registrados en el libro “La universidad rediviva”, publicado por Taurus el mismo año.

La lectura de este texto complejiza un hecho histórico que suele verse desde la ya desfasada visión de “izquierda-derecha”, dando muestra de cómo la institucionalidad puede sobreponerse a intereses individualistas que, más allá de agendas ideológicas, evitan el consenso y perpetúan las disputas. Resalta el papel que puede jugar un directivo en el resarcimiento del tejido social en un clima de polarización. En este sentido, rescato algunas reflexiones de las cuales pueden valerse actores de todos los cuadrantes del espectro político, enseñanzas de cultura democrática que siguen vigentes:

―“No exagero si afirmo que hoy en día la Universidad es prácticamente el único contrapeso que tienen las sociedades contra el pensamiento único”.

Ángel Gilberto Adame
Ángel Gilberto Adame

―“Los valores de la izquierda [no deben estar reñidos] con la necesidad de aceptar que el crecimiento económico requiere de la inversión privada, que los grandes empleadores no son el gobierno, sino los empresarios, que para que haya crecimiento y prosperidad se necesitan condiciones que permitan que la inversión se convierta verdaderamente en una herramienta de crecimiento de los países, y no nada más en un instrumento de enriquecimiento de unos cuantos. La izquierda tiene que ver con la distribución de la riqueza y no con su acumulación”.

―“Nunca me han atraído [los partidos políticos]. Encuentro que estos están más metidos en sus luchas intestinas y se han olvidado de la reivindicación de las demandas sociales. Considero que se ha abierto una brecha entre las necesidades de la sociedad […] y lo que se plantea a veces en la esfera de los partidos en la cúpula del poder”.

―“Me parece muy bueno que la sociedad pueda y deba seguir ganando espacios para incidir en la vida pública, en las políticas públicas para consolidar la democracia desde una perspectiva que no surge solamente de los partidos”.

―“Hay que reivindicar la política, reivindicar la ética del funcionario público, reivindicar los principios fundamentales que le dieron vida al Estado mexicano, a la república, al Estado laico, al Estado con un código de ética muy bien definido”.

―“Es necesario generar propuestas y opciones que permitan encontrar […] mejores mecanismos para un desarrollo económico con una mayor justicia”.

Hace unos días me reuní con el doctor De la Fuente. Rememoramos tanto la huelga como a Nacho Solares. Me comentó que una segunda edición ampliada de La universidad rediviva, a mi gusto necesaria, se quedó en el tintero por la ausencia del narrador chihuahuense. Necesaria por dar un testimonio de un acontecimiento que definió el horizonte político de una generación, y por la manera en la que el rector y el escritor recontextualizaron el evento, manteniéndolo accesible y vigente.

Ejercicios como este demuestran que la historia no es el capital privado de ningún grupo o dogma, es la apertura al diálogo entre visiones discordantes lo que amplía la imagen. La participación de todos los sectores en la creación de una memoria común es una manifestación de una pluralidad indispensable.

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