Para destacar el valor del periodismo de investigación, el legendario Bob Woodward apuntó que “la verdad es demasiado difícil de obtener para andarse con prisas”. Esto lo entiende bien Nayeli Roldán, quien se ha posicionado como una de nuestras analistas más destacadas. En reconocimiento a diversos reportajes que se concretaron en los libros "Ayotzinapa. La travesía de las tortugas" (2015), "La estafa maestra" (2018, 2022) y "Mujeres en pie de lucha" (2022), Roldán ha recibido el Premio Nacional de Periodismo (2017) y el Ortega y Gasset (2018), entre otros.
En "La austeridad mata. La política de la 4T que dejó a México en ruinas" (Planeta, 2024) —su primer trabajo firmado en solitario—, la autora emprende un minucioso análisis de los efectos de los recortes presupuestales en diversos ámbitos. Como el título lo anticipa, sus conclusiones son desalentadoras. A partir de cientos de datos obtenidos de fuentes públicas y de numerosos testimonios de quienes padecieron los supuestos ahorros de la actual administración, se evidencia que el gobierno no mejoró la calidad de sus servicios, incluso, algunos empeoraron.
Debido a que el régimen se abanderó con el lema “Por el bien de todos, primero los pobres”, la investigación se enfoca, principalmente, en el ámbito de la salud, pues fue en este rubro que las clases más vulnerables se vieron más afectadas. De esta manera, Roldán nos enfrenta a una serie de historias desgarradoras, como la del pequeño Ricardo Vargas, quien falleció a los 10 años por falta de medicamentos oncológicos en los hospitales de Salina Cruz.
Ante la justificación de que la falta de medicinas se trataba de un daño colateral por el combate a la corrupción de los grandes consorcios farmacéuticos coludidos con funcionarios, Roldán objeta que las decisiones de eliminar el “Seguro popular” y la “Semana Nacional de Vacunación” resultaron fallidas y contraproducentes: “Cambiar las reglas para hacer un mercado más justo pudo ser una gran batalla del primer gobierno de izquierda en México, lo cual, sin duda, beneficiaría a millones de pacientes. El problema fue la manera de hacerlo y, sobre todo, la consecuencia que trajo, desabasto”.
Entre las numerosas tragedias, también se relatan historias de heroísmo, como las de las madres de niños enfermos que se convirtieron en activistas o las de los empleados del sector salud que denunciaron la falta de insumos básicos, a pesar del temor a las represalias. Así, ante el abandono del Estado, algunas de las víctimas lograron superar la adversidad gracias al decidido apoyo de la sociedad civil.
En una entrevista, Nayeli Roldán enfatiza la importancia del periodismo de investigación en la vida pública, porque trabajos como el suyo concientizan a la ciudadanía que “tienen el derecho de exigir cuentas. Que podemos decir a nuestros gobernantes, a nuestros políticos, que necesitamos servicios de calidad, que necesitamos que no haya impunidad en este país, que necesitamos que ya no haya más corrupción. Eso se aplica para cualquier gobierno, independientemente de las siglas que sean. La exigencia de rendición de cuentas por parte de la ciudadanía tiene que ser permanente”.
En suma, "La austeridad mata" es un riguroso trabajo periodístico, cuya metodología de análisis demuestra que los testimonios de las víctimas no se tratan de casos aislados, sino que responden a condiciones estructurales. Este libro no sólo construye la crónica de una política bien intencionada, pero mal implementada, sino que nos interpela a exigir mejores resultados a nuestros gobernantes.