Manuel Chaves Nogales fue uno de los periodistas españoles más destacados del siglo XX. Nació en Sevilla el 7 de agosto de 1897 y se interesó por la palabra escrita desde sus primeros años por admiración a su padre, Manuel Chaves Rey, connotado escritor, quien lo introdujo en las tertulias sevillanas. Tras la muerte de su progenitor, abandonó los estudios universitarios y trabajó como redactor en pequeñas rotativas andaluzas, en las que ganó notoriedad. En 1922 se mudó a Madrid, donde comenzó a publicar textos de diversa índole en diarios de circulación nacional.
Mientras se encontraba en la capital, desarrolló una curiosidad cosmopolita fundada en su creencia de que el periodismo consistía en “andar y contar”, es decir, en trasladarse al lugar de los acontecimientos y dar cuenta a los lectores de lo sucedido desde la primera fila. Esta convicción le permitió entrevistar a algunos de los personajes más importantes de su época como Alexander Kerenski, jefe del gobierno ruso después de la derrota del zarismo; Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Adolf Hitler; o el célebre Winston Churchill. También escribió extensos reportajes y crónicas de asuntos internacionales, por lo que se convirtió en una de las plumas europeas más reconocidas. Al estallar la Guerra Civil, participó activamente a favor de los republicanos hasta que descubrió los extremismos de los que eran capaces ambos bandos. Marchó al exilio a Francia y después se enlistó como parte de los ejércitos aliados en la Segunda Guerra Mundial. Falleció en Londres el 8 de mayo de 1944, a los 46 años.
A pesar de su abundante producción literaria y periodística, esta quedó relegada durante el franquismo. Sólo hasta la década de los ochenta se le empezó a reconocer como uno de los autores esenciales para comprender la historia europea de entre guerras y la historia de la consolidación de los sistemas totalitarios. En 2020, Libros del Asteroide reunió su “Obra Completa” en cinco volúmenes, la cual permite reconocer a un autor multifacético, riguroso y con una gran capacidad para la descripción de escenarios y detalles.
En “Juan Belmonte, matador de toros” (1935), demuestra su dominio del género biográfico. Para este libro, Chaves Nogales entrevistó al torero más importante del orbe en ese entonces, quien le relató una serie de anécdotas sobre su infancia y juventud, así como algunos de sus hábitos dentro y fuera del ruedo. Libreta en mano, el prosista tomó nota de esos materiales apasionantes, aunque desordenados, y, haciendo gala de su oficio, retrató de cuerpo entero a Belmonte y describió su forma de entender la vida.
Con “El maestro Juan Martínez que estaba allí”, el autor inauguró una nueva vertiente narrativa; esta crónica novelada relata las peripecias del afamado bailarín de flamenco y su pareja, Sole, a quienes sorprendió el estallido de la Revolución Rusa mientras viajaban de Moscú a Petrogrado. El libro se basa en el testimonio que el propio Martínez le refirió cuando se conocieron en París. Su publicación en 1934, cuando el régimen soviético se encontraba en la cumbre de su prestigio, causó gran conmoción entre los lectores, ya que contaba sin tapujos el caos que se vivió durante aquel acontecimiento que careció de pureza ideológica y justicia social.
Son muchos los adjetivos que pueden atribuirse a la obra de Chaves Nogales. Quien decida internarse en cualquiera de sus senderos, encontrará páginas impregnadas de un espíritu pleno de valentía y originalidad.