El periodismo en Colima, es una actividad que se ejerce con muchas restricciones y carencias; con muchos obstáculos, principalmente de quien debiera de proteger esta profesión (el estado); es una actividad muy poco remunerada y especialmente, que cuesta mucho trabajo su ejercicio a quienes la llevan a cabo; sobre todo, quienes trabajan para las instituciones públicas, lo anterior, no obstante ser un derecho humano, que se debiera respetar.
Observo; cómo, muchos de quienes la ejercen, son presionados para que publiquen información, que le conviene a las instituciones en las que laboran, esto ha provocado un desprestigio en redes sociales, en contra de los periodistas; sin embargo; existe una lucha férrea de quienes se niegan a cumplir los caprichos de quien les paga y provoca, que, al que es crítico, se le relega.
El periodismo, como profesión, está amparado por el derecho al trabajo y la libertad de expresión, por decir los menos; y está enfocado a cumplir diversos fines; como derecho que tiene toda persona, así como derecho humano de la sociedad en su conjunto; esos derechos son: el recibir información; fidedigna, veraz, oportuna y sin ningún sesgo de alguna incidencia que la lleve tergiversar la realidad.
En México, y en Colima, -por estar dirigido este artículo a esta entidad federativa-, los periodistas, tienen el derecho de hacer valer, todo un marco jurídico propio para el ejercicio de su profesión; pues el estado como tal, tiene varias obligaciones frente a ellos; una de estos deberes; es, que, a aquellos que cubren fuentes informativas, tienen que recibir una remuneración decorosa, -incluso el periodismo debería de contar con un presupuesto independiente por el estado, aprobado por el Congreso, para que se ejerza esta actividad sin presiones- además de respetarle su derecho a dar la información a la sociedad de manera libre e independiente, sin que tenga que hacerlo conforme a lo que le conviene al estado.
La propia Constitución nacional en su artículo 6 y 7, la Constitución colimense en su artículo 5 (carta magna que se reformó de manera inconstitucional y que permanecerá hasta que decreten la reviviscencia de la Constitución colimense original de 1917, promulgada y publicada por su autor Felipe Valle, y se quite al ex gobernador Ignacio Peralta Sánchez, que se la auto-apropio, mediante Decreto No. 439, del 27 de diciembre de 2017), además de la Tesis de jurisprudencia: 1a./J. 38/2021 (11a.) de la SCJN, el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los Principios Internacionales de Ética Profesional del Periodismo de la UNESCO y en el Código de Ética para los medios mexicanos, entre otros ordenamientos, protegen la profesión del periodista.
Un Estado que no respete el ejercicio libre del periodismo, atenta contra la democracia; y, viola flagrantemente el derecho humano de la sociedad, a recibir información auténtica y verídica; por eso es que, la misma Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva oc-5/85 del 13 de noviembre de 1985, ha dicho que esta actividad tiene que ser respetada de forma real, pues su esencia no tiene por qué ser manipulada por el estado.
Así es que, en el estado de Colima, el gremio del periodismo tiene que, unirse a fin de exigir; se le respete a ejercer libremente su profesión, donde las autoridades, sobre todo, cuando ellos cubren la fuente oficial, tenga la noticia de primera mano y con datos verídicos, que tengan una remuneración digna y decorosa, como lo marca la Constitución, que no se les condicione su contenido o la forma de cómo difundirla, que se les garantice independencia en cubrirla, entre otras.
Además, el periodista tiene el deber con la sociedad; de informar con la verdad, sin ningún sesgo político o de cualquiera otra índole, exigir su independencia, no informar contenido falso o sospechosos, debe dar información que proteja la dignidad humana y en favor de los derechos a recibir información por parte de la sociedad y que ayude a ésta, a la mejor toma de decisiones.
Igualmente tiene el deber de conocer las leyes que lo ayudan a ejercer su profesión, defender sus derechos y fomentar en la sociedad, una cultura de publicar solo contenido de pensamiento libre e independiente conforme a su código de ética; bajo ninguna circunstancia, pueden recibir pagos para informar contenidos bajo influencia sesgada, deben ser objetivos y respetar el derecho de réplica.
Si el periodismo falla en este objetivo, la sociedad resultara perjudicada; por eso es que, esta profesional, tendrá que hacer valer su derecho y el estado, tendrá la obligación de respetarlo y así, garantizará el derecho humano individual y colectivo de la sociedad a recibir información del periodismo libre, un deber de un gobernó democrático y de un gremio auténtico y leal a su profesión.
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