La iniciativa privada hace negocios con el agua que es propiedad de la nación, y la población que es suya, sufre de escasez. ¿absurdo no?
El agua en México, riesgosamente se le ha concesionado a la iniciativa privada, principalmente a las grandes empresas. Recurso natural propiedad de las y los mexicanos y a pesar de ello, está concesionada en un 61.4%, (UNAM, Laboratorio de estudio sobre empresas trasnacionales; estudio titulado "Los dueños de México son además dueños del agua”) coincidente con otros estudios sobre este mismo tema.
Según la observación general número 15 de ONU, el agua no debe verse como un factor económico ¡entonces¡ ¿por qué el gobierno federal desde hace muchos años ha concesionado agua a los particulares, por encima del interés social? Esto se tiene que revertir.
La principal razón, es como consecuencia de un desorden de las autoridades competentes para regular de manera adecuada y sostenible la distribución equitativa del agua, primeramente y conforme al derecho de las y los mexicanos a recibir agua potable por parte del Estado, se debe garantizar a la población este servicio, que debe ser suficiente, asequible y evitar cualquier discriminación en su entrega. Y hasta después podrá haber concesiones al sector privado, pero serán por excepción y de manera limitada.
Sin embargo, en nuestro país, el negocio del agua ha ido creciendo de forma acelerada mientras que, en muchos hogares, las familias sufren por no tener acceso a este vital líquido.
El agua embotellada, se convirtió en una de las industrias millonarias en nuestro país, y por supuesto que el origen es la entrega de concesiones a empresas trasnacionales que la envasan y la venden. Contrario a la recomendación de Naciones Unidas al proponer a las naciones que, este recurso hídrico, bajo ninguna circunstancia puede verse bajo un aspecto de negocio.
Por ello, mientras las grandes empresas incrementan sus capitales con el agua envasada, el gobierno que es el encargado de distribuir este hídrico como un bien social, no invierte en la infraestructura del vital líquido para dotarla de este bien natural, sino más bien, facilita el otorgamiento de concesiones a la iniciativa privada que finalmente termina prácticamente obligando a las familias mexicanas a consumir agua envasada: botellas pequeñas y garrafones domésticos, pero finalmente un negocio redituable exclusivamente para la iniciativa privada en detrimento de la economía de los hogares mexicanos.
Si la ONU ha establecido que el agua es un tema de seguridad nacional y que el Estado jamás lo puede usar como bien económico, por ser un derecho de interés social, entonces, en vez de facilitar el otorgamiento de concesiones a la iniciativa privada, debiera procurar hacer una estrategia a nivel nacional y llevar agua potable a las familias por tubería o envasada pero bajo una visión de estado social y no dejar a la iniciativa privada que haga negocio de manera indiscriminada con la población.
La CEPAL en su informe de 2022 del proceso regional preparatorio de América Latina y el Caribe para la revisión de mitad de período del Decenio Internacional para la Acción, “Agua para Desarrollo Sostenible 2018-2028” y la Conferencia del Agua de Naciones Unidas sugiere que cada país invierta cuando menos el 1,3% del PIB regional (AL) de aquí al 2030, igual la ONU-Agua, señala los esfuerzos de inversión actuales deben multiplicarse por 14 para acelerar la implementación y alcanzar el ODS 6.
Hay que recordar que el recurso natural del agua es de las y los mexicanos y no se debe permitir hacer negocio con los bienes de la nación en contra de la misma población, el gobierno, la sociedad civil e incluso la iniciativa privada, deben trabajar en sinergia, para que el agua sea manejada bajo una visión de interés social primordialmente y que la iniciativa privada como en cualquier otro país que respeta los recursos naturales, pueda acceder a hacer negocio, pero no sobre los intereses de la nación, ni violando los derechos de una población a obtener los beneficios primeramente de sus recursos naturales.
Es importante cuidar el agua en nuestro país, hay estudios como el de la CEPAL, elaborados por expertos, en donde nos dicen cómo y de qué forma se tiene que cuidar el vital líquido y cómo para consumo social, para el riego en la agricultura y su uso en la industrial; aspectos necesarios para el desarrollo de un país y también llevar a cabo un buen manejo sobre el desarrollo sostenible del agua y así asegurar que las futuras generaciones no se vean afectadas por la falta de cuidados y prevenciones que hoy como políticas públicas debemos implementar.