1. Requerimiento de inversión
La situación de inversión en México es claramente una causa de la situación de empleo del país. Desde hace varios años los niveles de inversión privada han venido cayendo, principalmente por la falta de condiciones propicias para la inversión. La inversión pública mantiene una tendencia continúa a la baja, lo que impide inducir y complementar la inversión privada. Como consecuencia, la inversión fija bruta en el país apenas puede permitir un crecimiento del PIB menor a 2.0%, lo que evidentemente repercute en la imposibilidad de incrementar la productividad y, sobre todo, de crear los empleos necesarios. De tal manera que la actividad laboral se incrementará, de mantenerse esta tendencia, en la informalidad, y difícilmente podrá reducirse la pobreza, la desigualdad, la delincuencia y el crimen.
La inversión privada requiere una serie de factores que la estimulen, entre los que se pueden mencionar: capital humano calificado, infraestructura adecuada, certeza jurídica, cumplimiento de contratos, estado de derecho, no corrupción y eliminación de la inseguridad, competencia y acceso a financiamiento. No obstante, a la fecha poco se está haciendo para crear un ambiente adecuado para los negocios en el país.
La inversión privada, que alguna vez llegó a representar 22.0% del PIB, al cuarto trimestre de 2021, solo representó 15.7% del PIB, es decir, alrededor de 6 puntos menos. La inversión pública, en el mismo periodo, fue solo 2.5% del PIB, cuando antes representaba cerca del 6.0%, una de las tasas más bajas en los últimos 80 años. Es importante señalar que en diversas economías y en la historia, la inversión pública en infraestructura ha sido un detonador esencial para el crecimiento, además de generar empleo, recordemos que induce y complementa a la inversión privada. Evidentemente no cualquier tipo de inversión tiene esos efectos, tiene que ser una inversión productiva, idealmente concertada con el sector privado, que es quien tiene claro las necesidades de todo tipo de infraestructura, caminos, puentes, aeropuertos, puertos, vías ferroviarias, fibra óptica, generadores de energía, y por supuesto hospitales y centros de capacitación y escuelas.
Dado que el principal factor para generar crecimiento económico y por consecuencia, crear empleos en el país, no está en su mejor momento, no es de sorprenderse que la situación en el mercado laboral este pasando uno de sus peores momentos en la historia. La creación de empleos es el gran reto de México actualmente y puede solucionarse, pero primero es necesario que se recupere la inversión en el país y para ello, es fundamental que el gobierno realice acciones contundentes con las cuales restablezca la confianza del sector privado.
En México existen muchas carencias y problemas que requieren ser resueltos lo más pronto posible, inseguridad, salud, educación, pero difícilmente se puede pensar en algo con mayor prioridad que la generación de empleo y, por lo tanto, que propiciar la inversión.
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