Las elecciones en Estados Unidos ya vienen en menos de tres semanas. Y gane quien gane, tendrá implicaciones para México. Se puede imaginar un escenario con dos presidentas mujeres, casi de la misma edad, ambas cerebrales y con experiencia compartida en California, que podrían volverse socias estratégicas. Con Donald Trump, en cambio, habría mas choques, pero México ya sobrevivió un periodo presidencial de Trump y el país sigue en pie. Pero no faltan mexicanos que ya quieren saber quien va a ganar las elecciones en el país vecino.
Efectivamente nadie sabe. Y si alguien te dice que sabe, se puede estar confiado de que no sabe. Las encuestas muestran una contienda absolutamente cerrada entre los dos. Kamala Harris lleva una ventaja de 1.5 a 3 puntos en el voto popular en la mayoría de encuestas, pero como se usa el sistema del Colegio Electoral, en que los votos son por estados y no por individuos, realmente se decidirá el resultado en siete estados claves: Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Arizona. Según los sitios mas consultados que agregan las encuestas—New York Times, Silver Bulletin, FiveThirtyEight y RealClearPolling—hay una brecha mínima, generalmente de uno o dos puntos, entre los dos candidatos presidenciales en casi todos estos estados.
Aún con múltiples encuestas, es difícil descifrar quien lleva la delantera. Hay quienes dicen que Trump, porque estaba abajo en las encuestas, pero ya cerró la brecha y esto indica que la tendencia va a su favor. Sin embargo, otros, como el veterano asesor de campañas presidenciales republicanos Mark McKinnon, ven mas entusiasmo del lado de Harris. Y los dos sitios mas consultados de pronósticos electorales, Silver Bulletin y FiveThirtyEight, califican las probabilidades de cada candidato en un 50 por ciento, un empate total.
Es cierto que el ánimo del público está en contra de la administración actual, como mostró Gallup en una encuesta reciente, pero Trump no ha podido capitalizar plenamente de ese malestar porque es un candidato altamente polarizante. Generalmente Harris es mejor calificada como líder, si no siempre sus ideas y políticas. Así que el país está dividido justo a la mitad y quedan pocos votantes indecisos para convencer en el recto final.
Lo que determinará las elecciones presidenciales es quienes al final se presentan a votar. Dicho de otra forma, mayor pasión y capacidad de movilización de un lado o del otro puede inclinar la balanza. Y no vamos a saber hasta el ultimo momento del 5 de noviembre quien ha podido ganar esa batalla.