Toda la atención en México está enfocada en las elecciones intermedias del domingo, pero en cuanto pasen los comicios, viene otro evento significativo el martes, en la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a México para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No es el primer contacto entre los dos gobiernos. Ya han hablado el presidente López Obrador con su homólogo Joe Biden, y el canciller Marcelo Ebrard y su homólogo Antony Blinken han conversado dos o tres veces y tan reciente como esta semana. Y ha habido muchos otros contactos entre representantes de ambos países, casi a diario. Pero en estos tiempos de Covid-19, que no permiten mucha movilidad, esta será la primera reunión en persona que tiene López Obrador con la Casa Blanca (aunque sea con la vicepresidenta Harris y no el presidente Biden, quien no está viajando internacionalmente aún). Ayudará a poner el tono a la relación entre los dos gobiernos.

Por supuesto que no faltan temas que tocar. Seguramente el tema principal será la migración y el futuro de Centroamérica, temas en que los dos gobiernos están inmersos y que a todas luces se están entendiendo. Por lo menos, lo que comunican representantes de ambos gobiernos es que hay coincidencia y cooperación, si bien la estrategia a largo plazo queda menos clara.

En el tema de seguridad, evidentemente hay mucha distancia. El Congreso mexicano aprobó una ley de seguridad nacional que restringe el tipo de contactos entre ambos gobiernos en la materia, y queda por verse si se negociarán nuevos lineamientos de cooperación en la lucha contra el narcotráfico o se quedará sin resolverse este impasse. En un momento en que la violencia sigue bastante fuerte y persistente en México, no está demás contar con la inteligencia que tiene el gobierno de Estados Unidos sobre los grupos criminales, y así el gobierno estadounidense está ansioso de contar con la coordinación con sus contrapartes mexicanos, pero no es claro si estos temas se resolverán.

Finalmente, los temas de integración económica y de vacunación cobran vigencia en el ámbito de un mundo en el umbral del regreso a la actividad normal. Ayer, el gobierno de Estados Unidos formalmente anunció la entrega de vacunas al resto del mundo, y reservó 25 por ciento de la entrega para socios estratégicos, empezando con México y Canadá como países vecinos. Y los temas de reapertura económica y de protección y apoyo a la cadena de producción entre los dos países cobran mayor relevancia en estos momentos, así como echar a andar otra vez la movilidad en la frontera compartida.

Así que, si bien todos los ojos están en el resultado de las urnas, lo que viene después el martes también tiene su propia relevancia para el futuro del país y para el país vecino.


Presidente del Instituto de Políticas Migratorias.
Twitter: @seleeandrew