Resulta indispensable analizar el funcionamiento del mundo contemporáneo para entender lo que sucede cotidianamente a nuestro alrededor. Actualmente vivimos en un mundo globalizado, donde todos los días se intercambian bienes, productos y servicios; un entorno que es cada vez más competitivo, demandante y en el que los mercados, así como la industria y el sector laboral, se diversifican y amplían.

México no es la excepción. Gozamos de una geografía privilegiada y abundantes recursos naturales, lo que nos ha permitido colocarnos entre las economías emergentes más grandes del mundo. Desde luego, la mano de obra mexicana, altamente calificada, ha sido su pilar fundamental. Sin embargo, los requerimientos y exigencias de producción, productividad, eficiencia y eficacia no han sido equilibrados con mayores garantías para las personas trabajadoras, a fin de que tengan tiempo de descansar, liberar presiones y disfrutar de su vida personal.

En este sentido, el pasado 15 de junio, en el Senado de la República se presentó la iniciativa que propone modificar los artículos 76 y 78 de Ley Federal del Trabajo, para incrementar de 6 a 12 días el periodo vacacional para aquellos trabajadores que hayan cumplido un año desempeñando sus labores, periodo que se iría incrementando en dos días hasta cumplir cinco años de servicios y, a partir del sexto año, tendría derecho a dos días más de vacaciones por cada cinco años de trabajo.

Tomando lo establecido actualmente en la Ley Federal del Trabajo y de acuerdo con estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es su país miembro con el menor periodo vacacional, con sólo seis días libres a partir del primer año de trabajo, que se va incrementado en dos días por cada año, hasta el cuarto año y, a partir del quinto año, se incrementan en dos días por cada cinco años de labores.

Así las cosas, de pasar esta iniciativa de reforma en sus términos, por el primer año de labores las personas trabajadoras tendrían derecho a 12 días de vacaciones continuas (mientras que actualmente es de seis días) y, como ejemplo, en el cuarto año de labores tendrían derecho a 18 días de vacaciones, mientras que actualmente en el cuarto aniversario de trabajo pueden gozar de 12 días.

El objetivo principal de esta iniciativa de reforma es proteger decididamente la salud y sano desarrollo de las y los trabajadores mexicanos y dotarlos de mayores garantías. Desde luego, habrá de traer consigo obligaciones para los empleadores, mismas que deberán cumplir a cabalidad y con ello, evitar ser sancionados económicamente por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) por incumplimiento. Se trata de un paso adicional para un cambio de cultura laboral con implicaciones presupuestales para las organizaciones, ya que habrán de adaptar su estructura organizacional y costumbres internas para cumplir con las que serían las nuevas disposiciones legales y, a la vez, sostener y mejorar la productividad. El gran reto es romper el paradigma y que ambas partes (trabajadores y empleadores) usen esta reforma como una palanca de desarrollo sostenido para la empresa.

Esta iniciativa de reforma, de ser aprobada, sería una respuesta positiva a la añeja demanda social por mejores condiciones laborales para todos los empleados del país, lo que desembocará en un impacto positivo en la vida de las personas. Además, se logrará que los trabajadores incrementen su productividad gozando de más tiempo de calidad con sus familias y puedan enfocarse en actividades recreativas, que los impulsen a dar lo mejor de sí como personas e integrantes de la sociedad; y, respecto al ámbito laboral, ayudará a que den su mejor esfuerzo y pongan al servicio de la organización todo su talento.

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Especialista en temas laborales 
 

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