En este 2022 tendremos una nueva oportunidad de definir el rumbo regional. Las elecciones presidenciales en Costa Rica, Brasil y Colombia pueden terminar de cerrar un giro en la región, que más que un cambio ideológico lo que busca es terminar con los abusos de la política tradicional, sin importar el lado del que se hable.
La creación del Grupo de Lima hacía parecer que la época dorada del socialismo latinoamericano había quedado atrás y que la llegada de la derecha era irreversible. Incluso, hubo quien llegó a asegurar que los días estaban contados para el régimen cubano y venezolano.
Las elecciones del 2018 en México, no sólo dieron el triunfo a Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento por obtener la presidencia, sino que se convirtieron en una bocanada de oxígeno para las desgastadas izquierdas latinoamericanas, quienes vieron en el nuevo presidente de México una figura ideal para tomar el liderazgo ideológico y político en la región. Si bien, lo anterior no sucedió en los primeros dos años de la presidencia de López Obrador, los cambios políticos en Latinoamérica, la presidencia mexicana de la CELAC y la visión pragmática del Canciller Ebrard han impulsado una política exterior más activa con sus aliados regionales.
Al cambio político mexicano, siguieron varios giros importantes hacia la izquierda, como lo fue el triunfo de Alberto Fernández en Argentina, Pedro Castillo en Perú y recientemente Gabriel Boric en Chile.
Hoy, lejos se ve la América Latina de Enrique Peña Nieto, Juan Manuel Santos, Mauricio Macri o Sebastián Piñera.
La primera de las contiendas electorales que se celebrarán en este año será en el mes de febrero, en Costa Rica. En un contexto político fuertemente fragmentado con más de 20 candidatos, encabeza la lista el expresidente José María Figueres como candidato a la presidencia por la centroizquierda, seguido por Lineth Saborío, candidata conservadora del Partido Unidad Social Cristiana.
En el mes de mayo tendremos la primera vuelta de las elecciones de Colombia. Pareciera que la Alianza Pacífico dará un vuelco ideológico, en caso de que nuestro socio confirme la tendencia a no dar continuidad política al gobierno de Iván Duque, el cual ha sido fuertemente golpeado por las protestas sociales y su mal manejo. Las encuestas para la presidencia se inclinan hacia Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá, líder de la izquierda y de la alianza Pacto Histórico por Colombia. Para disputar la contienda colombiana suenan algunos nombres de la Coalición Centro Esperanza, como el de Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia.
Por último, toca el turno a Brasil, una de las elecciones más esperadas e interesantes por el regreso al ruedo electoral de la emblemática figura de Lula Da Silva, uno de los líderes de izquierda más importantes a nivel mundial. Sin duda, lo que ocurrirá en Brasil es lo que se dice “un choque de trenes” ya que Lula, quien se erige como favorito, se disputará la presidencia con el actual presidente, el ultraderechista Bolsonaro.
Así las cosas, si las tendencias no se revierten y esta vez las encuestas sí aciertan, América Latina cerraría un giro a “las izquierdas”, uso el plural para resaltar la significativas diferencias y divergencias que se albergan en los grupos políticos de izquierda y que la ideología socialista del siglo XX, sólo queda en el pensamiento, corazón y anhelo de muchos románticos luchadores que buscan incansablemente los principios y valores que regían los cambios políticos del siglo pasado. Hoy, los electores no votan por una nueva doctrina como eje rector del proyecto político, simplemente buscan un presidente que sea “menos malo” que el actual.