El Instituto Gamaleya en el cual se desarrolló la vacuna Sputnik V parece un mundo libre de Covid-19. La gente camina de un lado a otro, platica y se saluda, sin utilizar cubrebocas ni pensar en la sana distancia. Y es que sus casi mil 200 empleados ya han recibido esta vacuna desde el otoño del 2020. Esto incluye al principal científico encargado de su desarrollo, Denis Luganov, a su esposa, hija y nieta.
Así relata Joshua Yaffa, el corresponsal en Moscú del semanario New Yorker, en un extraordinario reportaje en el que logra visitar el laboratorio y platicar con los desarrolladores de la vacuna… y también con los científicos fuera de Rusia que dudan de su seguridad y eficacia.
Sputnik V es ahora la vacuna por la cual apuesta el gobierno mexicano una vez que el suministro de otras vacunas parece haberse ¿estancado? ¿complicado? ¿nunca haberse bien concretado? No sabemos bien a bien qué ha pasado, pero el caso es que no han llegado a México. En tre que Pfizer se retrasó con el suministro de vacunas en todo el mundo; Moderna está comprometida a entregar primero a Estados Unidos; CanSino no ha sido aprobada en ningún país fuera de China; y Novavax y Johnson & Johnson están en esas, la apuesta que ha señalado López Obrador desde su aislamiento es la Sputnik V. ¿Es esta vacuna un parteaguas científico o una apuesta nacionalista apresurada de Vladimir Putin?
La pregunta es más que válida. Sputnik V fue anunciada como vacuna exitosa por Vladimir Putin en agosto del 2020. Muy al estilo del presidente ruso, se hizo con bombo y platillo, pero sin dar a conocer los estudios clínicos necesarios y solo con la garantía de que la hija de Putin ya había sido inoculada. Putin, el mismo gobernante que ha sido acusado de envenenar a sus adversarios, ya sea dentro del país, como ocurrió con el líder opositor Alexéi Navalny, o fuera, como fue el caso de Sergei Skripal y su hija, pide que confíe el mundo en su vacuna.
No hay claridad ni siquiera de cuál hija de Putin recibió la Sputnik V. Se rumora que es Katerina Tikhonova, una mujer que dirige un instituto científico en la Universidad de Moscú. Pero eso no es todo en el mundo del rumor y la opacidad. Tikhonova se dice que es hija del presidente, pero ni en eso hay certeza.
En el Instituto Gamaleya fue en donde se desarrollaron vacunas contra el Ébola y MERS, pero éstas no fueron aprobadas por ningún regulador en el mundo. El éxito de su eficacia radica en los dichos del Instituto. Para cuando se aplicaron estudios de fase III de estas vacunas, ambas enfermedades ya estaban casi bajo control.
Así que, con tanta incertidumbre, resulta positivo que la revista científica The Lancet haya dado a conocer su opinión sobre el estudio fase III de la Sputnik V. Lo que dice The Lancet es que en el estudio en el que participaron 20 mil rusos, se obtuvo un 91.6% de eficacia. Ahora la fase III se va a llevar a cabo en India y la EMA, que es el equivalente a la Cofepris de Europa, ha dicho que van a comenzar los estudios fase III en el viejo continente con 40 mil participantes para ver si la aprueban también.
También parece positivo que en el reportaje de Yaffa, al final nos cuenta que, habiendo platicado tanto con científicos que participaron en el desarrollo de la Sputnik V como con sus críticos, él decidió ponerse la vacuna.
APOSTILLA
Anoche la Cofepris aprobó el uso de emergencia de la Sputnik V. El gobierno dijo que ha comprado 24 millones de dosis. Esperemos que este anuncio sí convierta en realidad y no sea un juego más de la 4T con la esperanza de los mexicanos.
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