Es la peor pesadilla del Presidente. Una mujer que está determinada a quitarle el poder por la vía democrática, a pesar de que él se quiere aferrar. Él tiene todo el aparato del Estado en sus manos y está usándolo para evitar que ella sea la candidata elegida por la oposición para contender en las elecciones presidenciales del 2024.
¿Todo este ataque a la candidata es porque el Presidente se siente vulnerable o, por el contrario, tan fuerte que la quiere aplastar simplemente porque puede?
Esa es una de las preguntas que genera María Corina Machado, la ingeniera de 55 años que ha sido descalificada por el gobierno de Nicolás Maduro para poder contender por las elecciones presidenciales de Venezuela del año próximo.
Una elección que definirá si Maduro permite que sean democráticas, arriesgando perder no solo el poder, sino hasta su libertad, o si se aferra a éste al estilo Daniel Ortega en Nicaragua, y con ello aísla a Venezuela de la comunidad internacional. Este dilema ocurre justo cuando el gobierno de Biden ha relajado las sanciones económicas a cambio de que Maduro garantice elecciones libres, competitivas y democráticas.
Andrés Izarra, quien fuera el director de Comunicación de la presidencia de Chávez y ahora es un crítico del régimen, acaba de declarar para el Washington Post que Maduro no tiene forma de ganar en una elección competitiva. Maduro y sus habilitadores no van a dejar el poder para irse a prisión, dijo Izarra al Post. Y es que, de todos los candidatos de la oposición, Machado es la más radical. Se niega a cualquier tipo de negociación con Maduro y es la más empeñada en que el destino del presidente y sus aliados sea la cárcel.
Ese es el reto de Machado, la mujer que tiene el carisma y la biografía adecuada para amenazar con arrebatarle el poder a Maduro, pero que primero debe definir qué hará con su popularidad.
Machado lleva años luchando por la democracia en Venezuela. Ella ha vivido en carne propia los desplantes autoritarios desde los tiempos de Hugo Chávez quien le expropió la empresa acerera a su padre. Lo hizo primero desde la ONG, Súmate, y después como legisladora. Sus discursos tan apasionados en contra de Chávez en la Asamblea Nacional llevaron al entonces presidente a declarar que un águila no caza una mosca. Así fue como Chávez quiso minimizar y justificar no responderle a Machado.
Diez años después, esa mosca a la que se refería Chávez se ha convertido en un dolor de cabeza para Maduro. Machado tiene a su favor el respaldo social que le da una posición competitiva hacia el 2024. Su reto es lograr moderar su discurso. No ser tan radical.
Platiqué con Roberto Patiño, el joven activista de la oposición que lidera proyectos sociales, sobre María Corina. Me comentó que es sin duda la candidata más fuerte de la oposición. Si Venezuela fuera un sistema democrático, ella sería la principal contendiente. Pero el problema es que está luchando en un régimen autoritario, me dijo Patiño. ¿Qué pasaría si Machado llama a la gente a salir a la calle para pedir que se le respeten sus derechos políticos? ¿Va a lograr sacarlos para que le levanten la prohibición de participar en política que está vigente desde ahora y por los próximos 10 años?, le pregunté a Patiño. Su respuesta es que solo es posible si no se plantea como una confrontación con la fuerza pública, ya que la gente en Venezuela ha visto cómo el régimen viola derechos humanos reprimiendo protestas. Patiño propone buscar formas de participación en la lucha por la democracia que no sacrifiquen más vidas.
¿Qué va a hacer Machado con ese liderazgo político que ha construido? ¿Va a lograr que la oposición le dé la candidatura, a pesar de estar descalificada por el gobierno?
México no es Venezuela, pero aquí como allá nos parecemos en que hay una mujer que ha puesto a ambos presidentes -Xóchitl a López Obrador en el caso mexicano y María Corina Machado a Maduro en el caso venezolano- a temblar.
Dos mujeres auguran tiempos políticos interesantes hacia el 2024.
Apostilla:
Los invito a escuchar una serie sobre la crisis de la democracia en México que acabo de publicar en mi podcast Broojula, que encuentran en la página de EL UNIVERSAL o en las plataformas que distribuyen podcasts. Platiqué con Luis Rubio, Luis de la Calle, Luis Carlos Ugalde, María Marván, Jorge G. Castañeda y Miguel Ángel Lara Otaola sobre el tema desde distintos ángulos.
@AnaPOrdorica