“Finalmente estamos de regreso para hacer América Grande otra vez… otra vez. Los radicales nos sacaron de curso durante cuatro años que fueron desastrosos. Cuatro años de Sleepy Joe, un viejo senil, al frente del país más grande y poderoso del planeta. Desastrosos porque dejaron que el mundo entero se burlara de nosotros y porque el desorden en grandes ciudades del país no fue controlado.

Se orquestó la cacería de brujas más fuerte en mi contra durante estos años, pero con todo y todo hemos ganado. Esta vez no pudieron robarnos la elección como ocurrió en el 2020. América podrá ser un país poderoso otra vez; un país seguro otra vez; un país rico otra vez. Todo gracias a que estoy de regreso en La Casa Blanca.

Ahora lograré conformar un gabinete que evitará que regresemos al caos de Sleepy Joe. A partir de hoy me acompañará Steven Miller en Homeland Security, un hombre leal y extraordinario que pondrá orden en migración para que nuestra frontera sea segura y para que los ilegales que quieren venir a nuestro precioso país no se salgan con la suya en envenenar nuestra sangre, porque eso es lo que hacen. Envenenan la sangre de nosotros, los auténticos estadounidenses.

También me acompañará, Ric Grenell, un hombre leal durante toda esta cacería de brujas en mi contra, y quien desde hoy sabe que nos vamos a salir de la OTAN. Que sepan los europeos que no seguiremos regalando el dinero de los contribuyentes estadounidenses, mientras ellos se burlan de nosotros sin poner los recursos que les corresponde. Ucrania y Zelensky deberán pagar por su propia defensa, si eso es lo que quieren. Estados Unidos no seguirá pagando por este conflicto en el que no tenemos absolutamente nada que ver.

Estados Unidos volverá a ser seguro otra vez. Y para ello hay que saber usar la fuerza. Ahora somos percibidos como un país débil, pero ¡no más! Los líderes débiles son los que deben de ser juzgados por alta traición, no un líder como yo que solamente quiere lo mejor para este gran país que es Estados Unidos. Por eso, ante los más mínimos disturbios en cualquier ciudad, ya sea Portland, Chicago, San Francisco o Manhattan, invocaré el Acta de Insurrección para utilizar a las Fuerzas Armadas en territorio nacional. Y si en la frontera sur sigue el flujo sin control de drogas, que tenga por seguro México que utilizaremos la fuerza dentro de su territorio para acabar con los narcos.

Ya sabemos que las noticias falsas seguirán queriendo atacarme sin piedad. Pero que sepan desde ahora estos falsos periodistas y medios de comunicación que los vamos a castigar. Las cosas no se van a quedar así. No me voy a quedar de brazos cruzados mientras inventan que seré un dictador. Sí me gustaría ser un dictador, por un día, pero no voy a dejar que los falsos periodistas me sigan atacando sin pagar un precio por ello. Quedan advertidos.

Hoy regresamos a La Casa Blanca para hacer América grande otra vez… otra vez. Y ahora sí, nada ni nadie me detendrá.”

Este es un discurso imaginado de Donald Trump, si llegara a ganar las elecciones de noviembre del 2024 tomando en cuenta frases y amenazas que ya ha dicho. De reelegirse se anticipa que su presidencia será mucho más radical que Trump 1.0. Primero, porque no estará la gente que lo contenía a su lado, desde su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner. Segundo, porque algunos de los obstáculos y baluartes que existieron en los primeros cuatro años, en especial la Suprema Corte y el Poder Judicial, ahora son más débiles. Viene un 2024 turbulento en el que Donald Trump será el más tremendo personaje.

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