La máxima de estos seis años de trabajo legislativo ha sido más derechos para todas y todos con la finalidad de una vida plena y con bienestar. Un rubro que ha sido relevante y en donde los avances han sido palpables, es la seguridad social para las y los trabajadores de México.

Según el informe de actividades de las Legislaturas LXIV y LXV, de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, se han publicado 15 reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) las cuales coadyuvaron a la protección de los derechos humanos laborales de las y los mexicanos. Además, el informe resalta que estos decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), son más significativos porque representan el 114% más en comparación con gobiernos pasados, es decir, se han aprobado más del doble de reformas en esta materia en un solo sexenio que en 30 años de neoliberalismo.

Dentro de los avances están la prohibición del outsourcing, ya que este tipo de relación laboral vulneraba los derechos de los trabajadores cuando algunas compañías subcontrataban personal a otras compañías, pero sin conservar su antigüedad, sin respetar el salario acorde a su actividad, sin acceso al reparto de utilidades e incluso les modificaban sus aportaciones a la seguridad social y, en muchas ocasiones, sin ni siquiera informar a las personas trabajadoras de estos cambios.

Otros grandes avances en las reformas a la Ley del Seguro Social fueron el derecho de los hombres a poder inscribir a sus hijas e hijos en las guarderías del IMSS, ya que esta prerrogativa era únicamente para las mujeres; el reconocimiento de las parejas del mismo sexo al reconocer en la ley su acceso a pensiones y cobertura médica; y el reconocimiento de la libertad sindical y la negociación colectiva.

Se resarció una gran deuda histórica con las personas trabajadoras del hogar, pues en 2019 se aprobó por unanimidad en el pleno del Senado la reforma a la LFT y la Ley del Seguro Social (LSS) para reconocer de forma plena los derechos laborales de este sector de la población, al incluirlas como sujetos de aseguramiento al Régimen Obligatorio.

Lo anterior no es cosa menor, datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo indican que al tercer trimestre de 2023 existían 2.5 millones de personas de 15 años y más ocupadas en el trabajo doméstico remunerado, de las cuales 9 de cada 10 son mujeres, lo cual representa 4.2% del total de las personas ocupadas.

En este rubro todavía hay trabajo que realizar y tomar en cuenta las diversas opiniones de los sindicatos y personas trabajadoras de este sector, ya que se han detectado retos en la aplicación de estos cambios y desafortunadamente todavía 69.5% de las personas en este rubro no recibe ninguna prestación social.

En diciembre de 2022 se publicó en el DOF un decreto que reforma dos artículos de la LFT en materia de vacaciones, otorgando a las y los trabajadores que tengan más de un año de servicio, un periodo anual de vacaciones pagadas que no podrá ser menor a 12 días laborales y que aumentará dos días por año hasta llegar a 20.

En noviembre de 2023, entró en vigor la reforma para el otorgamiento de licencias a madres y padres de menores diagnosticados con algún tipo de cáncer; además, algo que fue histórico, fue la actualización de la tabla de enfermedades de la LFT, la cual fue publicada en diciembre de ese año, e incluye enfermedades como Covid-19, VIH, hepatitis tipos B, C, D, E; se agregaron tipos de cánceres; además, estas tablas consideran la salud mental y reproductiva de las personas trabajadoras, agregando como enfermedades del trabajo el estrés grave, la ansiedad y la depresión, así como la infertilidad femenina y masculina, junto con la endometriosis y la pérdida recurrente de embarazos; otro ejemplo de los avances es que se agregó el síndrome del túnel carpiano, relacionado al uso excesivo de equipos de cómputo.

Ya para 2024 se concretaron las reformas para beneficiar a las personas trabajadoras del campo para garantizar su seguridad social, un trato digno, además se aprobó establecer la implantación y homologación de un salario digno, jornada laboral justa, días de descanso obligatorios, días de vacaciones y prestaciones de ley a las personas trabajadoras de este sector.

Por último, una reforma que impone una multa a las personas empleadoras que no afilien a sus personas trabajadoras al Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot). Y, aunque está pendiente su publicación en el DOF, algo que también fue relevante y que tendrá un impacto directo a la salud de las y los trabajadores, es la Ley Silla, que prohíbe obligar a las y los trabajadores a permanecer de pie durante la totalidad de su jornada laboral.

Hago un reconocimiento a todas y todos los que participaron en esta Comisión tan noble, y a su presidente, el senador Napoleón Gómez Urrutia. Los beneficios a favor de las y los trabajadores están ahí, ahora gozan de más derechos, más libertades y más bienestar. Estamos seguras de que esto continuará, porque el pueblo sintió y sabe la diferencia respecto de otros gobiernos y confía en que continuaremos con los cambios necesarios para seguir construyendo un país con seguridad social y derechos laborales dignos para todas y todos.

Presidenta del Senado

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