No es un grito de guerra, es un grito de paz; más que un lema político, es un clamor social; mucho más que un diagnóstico del presente, se trata de una propuesta de futuro. Vida, verdad y libertad, son los valores a proteger de las agresiones y amenazas del gobierno federal y su partido.
Millones de personas en México coincidimos con Xóchitl Gálvez: la continuidad del actual gobierno federal, es intolerable, porque representa impunidad, mediocridad, inseguridad y falsedad. Así lo han acreditado cada día de este sexenio.
En este sexenio la muerte ha enlutado millones de hogares; 780 mil personas fallecieron por el pésimo manejo de la pandemia; 175 mil como consecuencia de la violencia asesina, 95 homicidios al día: la principal causa de muerte de las juventudes ya no es una enfermedad o accidente, sino el homicidio, están matando a nuestra juventud.
En materia de salud, 78 por ciento de los niños nacidos en estos años no fue vacunado contra la Tuberculosis, casi la mitad no recibió vacuna contra Hepatitis B, y la tercera parte de nuestros hijos y nietos no recibieron la vacuna triple contra Difteria, Tétanos y Tosferina. Nadie ha sido vacunado por el sector público contra la variante XBB.1.5 de SARS-COV2.
Dejaron a las familias más pobres del país sin acceso a los servicios de salud (más de 30 millones de personas), aunado a que el desabasto de medicinas ya desvarió en tragicomedia, con la inservible megafarmacia. Y más muertes podrían acaecer si, como lo pretende el Presidente y respalda Morena, se cancelan las Normas Oficiales Mexicanas que garantizan la calidad de la atención médica de enfermedades que más afectan a las mujeres como cáncer de mama, cérvico uterino, y atención a la diabetes.
Mentir se ha convertido en forma de gobierno. Con más de 100 mil falsedades contabilizadas por el Taller de Comunicación Política SPIN, resulta muy difícil identificar alguna afirmación del Ejecutivo Federal que corresponda a la realidad.
Enlistar las mentiras en lo político, lo económico y lo social, equivaldría a transcribir la narrativa del gobierno federal, ante el cúmulo de afirmaciones imprecisas, indemostrables, o ajenas a los acontecimientos. El saldo es lamentable, pues al igual que la violencia y la inseguridad, la corrupción ha aumentado. La honestidad ha quedado como un ideal muy grande, para un gobierno muy chiquito que a todas luces traicionó la confianza del pueblo.
El miedo está mermando la libertad de las mexicanas y los mexicanos. La valentía con la que pidió auxilio para cuidar de su hermano menor, a pie de carretera, una niña de 12 años de edad, herida por una de las balas con las que acababan de matar a sus padres, es emblemática del temor con el que todos circulamos por las carreteras del país, ante la falta de capacidad o de interés de las fuerzas federales que, extrañados, observan los reclamos de los transportistas, como si no se dirigieran a ellos.
Y ni qué decir de la libertad de expresión que hoy censura al periodismo valiente que da cuenta de la verdad, que mira con desdén los asesinatos de comunicadores en todas las regiones del país y que pretende comprar silencio mediante contratos publicitarios injustificadamente cuantiosos.
Los hechos demuestran que la muerte, la mentira y el miedo han sido el legado del actual gobierno de la República, y ante eso todas las personas añoran un futuro inmediato donde sea posible la vida, prive la verdad y se recupere la libertad. Por todas estas razones, mi convicción, fuerza y corazón, están con Xóchitl Gálvez.