“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”: Eduardo Galeano.

Un paso adelante y ¿cuántos más hacia atrás? ¿Exigir nuestros derechos es una utopía? Me pregunto en medio de este womentum en que las mexicanas somos más visibles y estamos más unidas que nunca, pero donde el machismo arrecia sus embates y se victimiza frente a nuestras protestas, como si las “cosas de mujeres” fuesen menores frente al llamado “histórico” de instaurar un “nuevo régimen”.

¿Un nuevo régimen que dice buscar justicia e igualdad, es posible sin nosotras? Cuestiono mientras vuelve mi indignación en estos días tan agridulces para las mexicanas.

Primero los dulces. Logramos que el Instituto Nacional Electoral (INE) emitiera lineamientos preventivos en materia de violencia contra las mujeres, gracias a la propuesta de Las Constituyentes Feministas CDMX, que respaldamos distintos colectivos de mujeres como 50 más Uno, al que pertenezco, así como diputadas federales y locales de todos los partidos políticos.

En los lineamientos, destaca la iniciativa 3 de 3 contra la violencia, que exige a los partidos garantizar que quienes aspiren a una candidatura, suscriban un formato de buena fe y bajo protesta de decir verdad, donde refieran no haber sido condenados o sancionados por violencia familiar, delitos sexuales o por ser deudores de pensión alimentaria.

La autonomía constitucional del INE y su integración casi paritaria, dieron cauce a la exigencia de contar con una medida preventiva para tener representantes populares congruentes en la defensa de los derechos femeninos.

Lo agrio en estos días, viene al atestiguar que la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados, se subordina a las instrucciones del gobierno federal para recortar o eliminar presupuestos destinados a impulsar la igualdad, convirtiéndose así en el brazo ejecutor de graves retrocesos sociales.

Esta misma semana, legisladores de Morena mayoritearon en San Lázaro para quitarle al Fondo de Salud para el Bienestar 33 mil millones de pesos. Sí, al único recurso destinado para atender a personas sin seguridad social que tienen alguna enfermedad de alto costo.

Luego, siguiendo el mandato del Proyecto de Presupuesto de Egresos de 2021, enviarán el resto del citado Fondo a la Tesorería de la Federación, donde podrá usarse de forma discrecional y no para su destino original: la atención de 66 enfermedades graves, como todo tipo de cáncer en mujeres, hombres y la niñez; transplantes o VIH Sida.

Y aún hay más: de aprobarse la propuesta de Hacienda para 2021, el rubro Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, disminuirá en 64.6% respecto de 2018, pues solo aumenta recursos a los programas insignia del gobierno federal, a costa de recortar, por ejemplo, el 26% a la atención de cáncer de mama, el que mayor número de muertes femeninas ocasiona.

Avanzar un paso y retroceder diez en el acceso a nuestros derechos, es inadmisible. Las mujeres en la toma de decisiones necesitamos constituirnos en una barrera infranqueable e imparable para salvaguardar los derechos de millones de mexicanas que nos dieron su confianza para representarlas. Parafraseando a Mary Shelley, no queremos tener más poder que los hombres, sino tener poder sobre nosotras mismas.

Diputada federal mexiquense.@AnaLiliaHerrera

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