El confinamiento al que nos obligó la pandemia por Covid también ha tenido repercusiones positivas, pues obligó a dar un salto cualitativo a través del uso del internet y las nuevas tecnologías para la interacción personal y laboral, los procesos productivos y las ventas.
Datos de la empresa Statista, dedicada a datos de mercado e información sobre consumidores, revelan que las plataformas de videoconferencias como Zoom, Meet, Teams y Webex, contaban en diciembre de 2019 con 10 millones de usuarios en todo el mundo y para abril de 2020 ya tenían 300 millones de usuarios.
De acuerdo con el tercer estudio sobre “Hábitos en las Videollamadas”, realizado por la Asociación de Internet MX (AIMX), en conjunto con OCCMundial, previo a la pandemia más del 50% de los encuestados referían que las videollamadas no eran utilizadas con frecuencia en su entorno laboral. Sin embargo, posterior a la implementación del distanciamiento social el uso se incrementó de manera considerable a 9 de cada 10 encuestados, confirmando su relevancia como herramienta imprescindible para mantener el funcionamiento operativo de las empresas.
Convertimos el muro en peldaño y ahora el reto es aprovechar la oportunidad que nos ofrece la adversidad, pues aunque el contacto personal es insustituible, la interacción a distancia abarata costos y agiliza tiempos que deben aprovecharse para mitigar los efectos de la pandemia impulsando el desarrollo productivo.
El siguiente paso es dotar de plena validez jurídica el uso de medios telemáticos y electrónicos para llevar a cabo las asambleas de socios o accionistas de las empresas y sus juntas de órganos colegiados de administración y vigilancia.
Por eso es una buena noticia que en días pasados, la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, que preside mi paisano mexiquense Jorge Inzunza Armas, logró la aprobación unánime de la iniciativa que presenté para reformar diversos artículos de la Ley General de Sociedades Mercantiles.
Con este conjunto de cambios legales, se habilita como medio equivalente a la presencia física en Asambleas y reuniones societarias, la efectuada mediante el uso de cualquier medio telemático, permitiendo que dichas reuniones se lleven a cabo en forma presencial o virtual parcialmente.
Asimismo, se reconoce el uso de medios electrónicos para documentar las actas, munutas y demás documentos previstos en los códigos de Comercio y Civil Federal, aunado a que no se necesitará la presencia de corredores públicos o notarios para dar fe de los hechos, a menos que los interesados lo requieran.
Otra ventaja es que las y los socios podrán celebrar asambleas fuera del domicilio social, siempre y cuando la totalidad de los socios lo aprueben y adicionalmente existe la posibilidad de utilizar medios telemáticos.
Una buena noticia que en breve pasará al pleno de la Cámara de Diputados y luego al Senado para convertirse en norma vigente y que trascendió legislaturas gracias a mis compañeros en la LXIV Legislatura, Mariana Rodríguez Mier y Terán y Fernando Galindo Favela, además de sumar la experiencia y conocimiento de organizaciones como el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. Una muestra de que unirse, perseverar y concretar, es posible.
@AnaLiliaHerrera