Sueñan con hacer historia, pero una vez más, la mayoría que conforman Morena, PES, PT y PVEM en la Cámara de Diputados, renunciaron a ser un contrapeso que frene o enmiende las decisiones del presidente de la República para bien de México e incluso, de su gobierno.

Sin un análisis a fondo y peor, sin una propuesta de asignación presupuestal para todos los rubros que dejarán sin un peso, apostaron por desaparecer 109 fideicomisos, fundamentales para atender desastres naturales, impulsar la ciencia y la tecnología, el cine, la cultura, el deporte de alto rendimiento o la atención a víctimas.

Dispuestos a vencer y no a convencer, Morena y sus aliados tiraron por la borda horas de parlamento abierto y convirtieron en una farsa el ejercicio de escuchar al pueblo sobre la razón de ser y la relevancia de dichos fondos, lo que permitirá que más de 68 mil millones de pesos, sean manejados de forma discrecional por el gobierno federal.

Con el argumento de “combatir la corrupción” y el objetivo de promover la entrega directa de esos apoyos, Morena y sus aliados taparán un hoyo destapando otro, en medio de la peor crisis económica en la historia de México.

Es el caso del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos que exigimos no eliminar, pues hacerlo, descobija la atención de un catálogo de 66 enfermedades para pacientes en los estados, como: cuidados intensivos para recién nacidos, niñez con cáncer, cáncer de ovario, de útero, de próstata, de testículos, cérvico-uterino, VIH/SIDA o trasplantes de córnea o de hígado, por mencionar algunos de los tratamientos más costosos.

O el caso del Fondo Metropolitano que establece la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y aún así, fue eliminado de un plumazo, sin prever un peso en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021.

Eliminaron recursos vigilados por la Auditoría Superior de la Federación y que de por sí son insuficientes, a un sinnúmero de causas que prácticamente quedan a su suerte, sin el respaldo del gobierno y sin un instrumento financiero como el fideicomiso, que permite financiar proyectos con aportaciones internacionales o privadas, de forma multianual, transexenal o de forma emergente.

Con la incoherencia de lo indefendible, la mayoría legislativa afín al gobierno fue incapaz de articular un argumento creíble y puso sobre la mesa el daño que sufrirían las personas enfermas de Covid si no se eliminaban los fideicomisos, mientras algunos se preguntaron si era menos grave morir de cáncer.

Desde la oposición, nos manifestamos en contra de un proceso legislativo plagado de irregularidades pero, sobre todo, carente de lógica, sensibilidad y empatía con innumerables causas, cuya atención es responsabilidad irrenunciable del gobierno federal,

En su desesperación por concentrar poder, dinero y tal vez clientelas electorales, el gobierno abre un boquete que difícilmente podrá cerrar y coloca de nuevo el sello de la casa al destruir instituciones, cerrar la puerta a la transparencia y esgrimir avances discursivos y legales que sin presupuesto que los respalde, serán ilusiones imposibles de concretar, como la obligatoriedad de la Educación Superior que es mandato constitucional.

Decía Churchill que el precio de la grandeza es la responsabilidad y al parecer Morena y su gobierno, no están dispuestos a pagarlo.

Diputada federal. @Ana Lilia Herrera

Google News

TEMAS RELACIONADOS