A Carolina Viggiano nadie puede regatearle méritos, capacidad y coraje: su historia es la de una mujer que nunca ha renunciado a sus sueños: el de ser abogada, madre, esposa, política y muy pronto, gobernadora de Hidalgo, el estado que la vio nacer y al que ha entregado su vida en el servicio público.

Desde muy pequeña ha sabido sortear toda clase de obstáculos. Originaria de una comunidad rural donde no había carretera, energía eléctrica, agua potable, centro de salud y mucho menos secundaria, salió a los 12 años montada en una mula para cruzar el río y poder continuar sus estudios en Pachuca.

Su liderazgo y su pasión por las causas justas, por mejorar el entorno que la rodeaba, la llevaron a ser jefa de grupo, abanderada, vicepresidenta de la sociedad de alumnos y finalmente, abogada.

Siempre con metas claras, Carolina presentó exámenes de oposición para obtener su primer trabajo como abogada defensora de oficio y luego como Secretaria de Acuerdos, para consolidar una trayectoria sin igual en Hidalgo, pues a los 39 años, fue la primera mujer presidenta del Tribunal Superior de Justicia de su estado natal.

A lo largo de los años, la mujer de leyes también incursionó en el servicio público donde desdeñó la comodidad de las oficinas, para ir al encuentro de la realidad y de la gran capacidad de sumar esfuerzos para hacer lo que mejor sabe: resolver.

Así la conocí hace 18 años, cuando ambas fuimos secretarias de Desarrollo Social de nuestros respectivos estados. La hidalguense estudiosa y aguerrida, sensible a las demandas sociales, que también fue Secretaria de Planeación y Desarrollo Regional de su estado y titular del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).

Ha participado en los 3 poderes: ejecutivo, legislativo y judicial: es, por mucho, la más conocedora y calificada para gobernar Hidalgo y llega en el mejor momento, donde la Constitución mexicana tutela lo que algunos regatean: la presencia femenina en la toma de decisiones.

Ella está acostumbrada a vencer las resistencias, porque la respalda toda la gente que la conoce: en las comunidades, en los pueblos, en las colonias y quienes hemos tenido la fortuna de coincidir y aprender a su lado.

Escribo estas líneas convencida de que los regateos, las suspicacias y los micromachismos que solo saben reconocernos a partir de un hombre, ya no tienen cabida en la actualidad. A Carolina Viggiano la marcó el río revuelto que debía cruzar para ir a estudiar, la tormenta a medio camino, y la voluntad y la fuerza que siempre le permiten salir adelante. A la mujer que ha ganado todas sus elecciones, la avalan su preparación, su experiencia pero, sobre todo, su capacidad y sus resultados. Será una gran gobernadora de Hidalgo.

Diputada federal reelecta por el Distrito 27 del Estado de México. @AnaLiliaHerrera

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