Al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le gusta hablar de la felicidad y dice que los mexicanos son felices pese a la pandemia de Covid-19 , aunque los datos dicen que ya no lo son tanto.
Ni la crisis sanitaria producida por el virus ni la económica derivada de la parálisis de la actividad económica para contener la enfermedad detienen el optimismo del mandatario sobre la población mexicana.
“A pesar de la pandemia, que la gente no ha perdido la fe”, dijo López Obrador el 19 de abril de 2021 al referirse a la felicidad y satisfacción de la vida de los mexicanos.
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En 2019 habló de la felicidad de los mexicanos:
“Sostengo que el pueblo está feliz, feliz, feliz. Y me voy a apoyar en una encuesta que hizo el Inegi recientemente, en donde la gente manifestó que está feliz, que está contenta. Esa es mi fuente”, aseguró el mandatario.
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Y tan importante es para el presidente el asunto de la felicidad de la población que dijo que ya casi está listo el índice para medir el bienestar de los mexicanos, no sólo en términos de crecimiento económico y producción de riqueza.
“Están trabajando con ese índice en Bienestar . A ver si nos presentan un informe de cómo van. Ya se integró el equipo, yo creo que ya han aplicado encuestas para ver el índice de felicidad del pueblo de México (...) A ver si ya nos informan sobre cómo va ese trabajo”, dijo en abril.
Un año antes ya había hecho este planteamiento:
“Estoy ahora trabajando sobre un índice para medir bienestar, un índice alternativo al llamado Producto Interno Bruto; lo voy a presentar, un nuevo parámetro, que va a medir, sí crecimiento, pero también bienestar, también grados de desigualdad social, se va a aceptar si hay crecimiento y hay menos desigualdad, y otro ingrediente en este nuevo parámetro, en este nuevo paradigma, la felicidad del pueblo.
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"No le va gustar a los tecnócratas, pero ya ven si no les gusta a ellos es bueno para nosotros. Hay países en donde se mide nivel de felicidad y eso es parte del bienestar”, comentó.
Los hechos
En 2020, los mexicanos fueron mucho menos felices como lo registró el World Happiness Report patrocinado por Naciones Unidas: El país cayó 23 posiciones.
México pasó de la posición 23 a la 46, entre naciones como Mongolia (45) y Argentina (47). En una escala del 1 al 10, los mexicanos calificaron con 5.96 su nivel de felicidad, antes de la pandemia puntuaron 6.46.
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Este índice se basa en una encuesta que considera el Producto Interno Bruto ( PIB ), la percepción de los niveles de solidaridad, libertad individual y corrupción de cada país.
Pero el presidente tomó otros datos para sostener que la gente en México mantiene la fe y la felicidad. En su mañanera se refirió a la medición que hace el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Se trata de los Indicadores de Bienestar Autorreportado de la Población Urbana ( BIARE ) que mide el bienestar subjetivo.
De manera general, la población urbana promedió una calificación de 8.2 en enero de 2021 sobre su satisfacción con la vida, una décima menos que en el mismo mes de 2020, antes de que el Covid-19 llegara al país, es decir, 8.3.
Quizá una décima se considera marginal, pero no deja de ser un descenso. Pero si se entra en los detalles del reporte, hay algunas cifras interesantes.
Por sexo, la calificación de las mujeres respecto a su satiscacción con su vida cayó a 8.0 en enero de 2021 respecto al 8.4 que promedio un año antes. En los hombres, la caída fue menor al pasar de 8.4 a 8.3.
Son ellas las que han sufrido más los impactos económicos de la pandemia: la fuerza laboral de 8.8 millones de mujeres en México es subutilizada, 37% más que en 2020, según datos Inegi del primer trimestre de 2021 de la Encuesta Nacional.
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La caída en la satisfacción con la vida tras la pandemia también tocó a los más optimistas, aquellos que otorgan calificaciones de 9 y 10. Del total de la población urbana 44.9% señaló un nivel de satisfacción de entre 9 y 10, pero fue un porcentaje menor al de un año antes cuando fue de 48.3%.
Y si entramos ya en concreto al estado anímico de los mexicanos, es decir, qué tan positivos y negativos están, también se registró una caída. El promedio del balance anímico cayó en el terreno positivo con un 6.1 pero fue por debajo del 6.5 registrado en enero de 2020.
“La diferencia se debe a una mayor presencia de los estados anímicos negativos y disminución de la mayoría de los positivos respecto al año anterior”, explica el Inegi.
El ánimo de los mexicanos ha bajado, de acuerdo con estos datos.
Y para terminar con los dichos y hechos de esta semana, cabe mencionar que el índice para medir el bienestar y la felicidad que propuso el presidente López Obrador se alarga y alarga.
Ha pasado un año y hasta ahora no ha habido la presentación de los avances que llevan en la construcción de esta medición.
