Iniciados de la política aseguran que este fin de semana será definitivo para que Ricardo Monreal decida si contiende o no por la Mesa Directiva del Senado de la República, lo que significaría romper con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las bancadas de la oposición estarían esperando la señal porque ya habrían acordado apoyarlo, en caso de que Monreal rompa con Morena y encabece la rebelión contra el presidente, en el Senado.

Coordinadores y senadores con influencia en las bancadas opositoras conceden qué si hay un plan para que Monreal le rompa la mayoría en el Senado al presidente y si se mantienen unidos y firmes bloquearían hasta su paquete de reformas a leyes secundarias para el traslado de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas.

Parece haber confianza entre perredistas y el Grupo Plural, reserva de panistas y entusiasmo de MC. Se dice que buscarían hacerlo realidad el 31 de agosto.

Monreal ha sido cuidadoso, pero manda mensajes que parecen un desafío, como la foto y aval que con su presencia dio a la presentación del libro de Luis Estrada, “El imperio de los otros datos” (Tres años de falsedades y engaños desde Palacio), en el Salón de Plenos de la Comisión Permanente. El lunes, aseguran, podría haber otro mensaje para el Ejecutivo sí asiste al Senado como invitado Cuauhtémoc Cárdenas, gran figura de la izquierda mexicana, y se reúne con él. (No es ningún secreto que la relación del ingeniero y el presidente es respetuosa pero distante).

La votación de la nueva Mesa Directiva del Senado se realizará el próximo miércoles.

Un día antes, la bancada de Morena deberá elegir al sucesor de Olga Sánchez Cordero.

Hoy se manejan 4 nombres: Higinio Martínez, José Narro, Alejandro Armenta y Gabriel García Hernández, ex responsable de los programas sociales del gobierno. No se descarta que el presidente opte por dejar a doña Olga un año más.

La cuestión es que la oposición está dispuesta a ganarle la votación a Morena e imponer al nuevo presidente de la Mesa Directiva.

Quieren a Monreal, quien necesitaría llevarse con él a entre 10 y 12 senadores de Morena para que puedan ganar la votación. La mesa directiva se elige con mayoría simple, la mitad más uno, es decir 65 senadores.

La planilla o planillas llegan previamente acordadas y son impresas. ¿Cómo podría la oposición, Monreal y sus aliados voltear la votación en el Pleno porque cualquier cosa que hicieran antes estaría destinada al fracaso?

La votación se realizaría de manera secreta, mediante cédula depositada en urna transparente

¿Presionará el secretario de Gobernación a los senadores de su partido para que le tomen una foto a su voto y se la envíen, como prueba de lealtad?

¿Estará hablando con cada uno de los senadores morenistas y sus aliados y, en algunos casos, lo estará haciendo hasta el propio presidente?

Ya veremos.

Simpatizantes de Monreal se regodean contando una anécdota que supuestamente refirió el presidente López Obrador, en una gira por el norte del país, sobre el expresidente Lázaro Cárdenas, que para sucederlo tenía en su ánimo a Francisco J. Múgica, pero las circunstancias políticas se lo impidieron y por eso se decidió por Manuel Ávila Camacho.

La historia no siempre se repite y más aún cuando los arrestos de quien podría cambiarla no parecen suficientes.

Monitor republicano

Y si Monreal no se anima, que el Plan B sería Dante Delgado. Gulp!

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