Se les acabó el veinte. Quien aspire a un cargo de elección popular el próximo año ya se tiene que ir del gobierno. “Lo más pronto posible, ya tienen que cambiar de trabajo (…) porque no se puede mezclar lo partidista con el gobierno (…) aprovecho para ya decirles de una vez, a mas tardar en octubre, a finales de octubre”, sentenció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aclaró que los que renuncien no se van corridos, no son mal vistos y no son malas personas. Pero dijo que no recomienda a nadie.
Insistió en que no quiere que se utilice al gobierno para favorecer a partidos o candidatos, que tiene que haber elecciones limpias y libres y nada de manipulación. Que se acabó el fraude. ¿Y cómo le va a hacer para evitarlo? ¿Dejará de ocurrir solamente porque él lo dice? ¿Quién controlará a las distintas militancias?
Ese discurso lo hemos escuchado elección tras elección. Ahora tendrá la oportunidad de demostrar si en efecto su gobierno quiere y puede ser distinto a los demás.
Inmediatamente surgió la pregunta en la conferencia mañanera: ¿Relevo para (Alfonso) Durazo? A lo que el presidente solo respondió que el que aspire a un cargo se tiene que ir en octubre.
El interés en saber que pasaría con el actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de México obedece a que es el favorito entre simpatizantes y ciudadanos para hacerse de la gubernatura de Sonora, representando a Morena.
Esta semana, FactoMétrica publicó los resultados de la encuesta automatizada que realizó en los cinco estados restantes, de los quince que midió, donde habrá elecciones en 2021. La semana pasada alertamos que la oposición podría perder la mayoría de las gubernaturas, si no hace un trabajo arduo y convincente. No es distinto en Guerrero, Campeche, Zacatecas, y San Luis Potosí, donde ganaría Morena. En Querétaro, ganaría el PAN. Entre los simpatizantes de esos partidos suenan: para Guerrero: Félix Salgado Macedonio, de Morena. Manuel Añorve, del PRI, y Marcos Efrén Parra, del PAN. En Campeche, Layda Sansores, de Morena, Eliseo Fernández, del PAN, y Christian Castro Bello, del PRI. En Zacatecas, David Monreal, de Morena. Adolfo Bonilla, del PRI, y Antonio Aceves, del PAN. En San Luis Potosí, Juan Ramiro Robledo, de Morena. Xavier Nava, del PAN, y Joel Ramírez del PRI. En Querétaro, Mauricio Kuri, del PAN. Santiago Nieto Castillo, de Morena, (si se anima, aunque recientemente dijo que no) y Roberto Loyola, del PRI.
Si de 15 gubernaturas, Morena ganara 13, a la oposición solo le restaría apostarle a la Cámara de Diputados. La pregunta es: con una caballada tan flaca, ¿Cómo piensa dar la pelea en el 2024, si no tiene figuras?
¿Se sienten bien representados por Ricardo Anaya o FRENAAA?
Monitor republicano
“Generosos en la victoria y orgullosos en la derrota”, decían las guerrillas centroamericanas hace cuarenta años. No pierde vigencia. Se requiere generosidad en Palacio. Lo tiene todo. Es el viento que sopla y mueve las ramas de los árboles en el bosque. Sus adversarios, porque insiste en que no tiene enemigos, no están en la prensa crítica sino en sus debilidades y desaciertos y los de los suyos. Bastaría verse a un espejo honesto. El país está dividido. Debe evitar el agandalle porque si no evidenciará ante todos que no lo anima la justicia sino la venganza. Y eso genera encono y resentimiento, que a nadie conviene. Ni a él mismo.
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