Por fin parece surgir un rival útil para el Presidente con el que se puede confrontar y entretener, sin recurrir al pasado para justificar el presente, sin desacordar con los empresarios, sin reñir con Felipe Calderón, sin menospreciar a FRENAAA y Si Por México y sin agarrar de punching bag a los medios de comunicación.

No se trata de un nuevo líder carismático, abanderado de las causas justas, contra la desigualdad y el hartazgo social; que reúne a miles en las plazas públicas y que su palabra es la ley. Tampoco lleva años en la lucha política aunque su ánimo y motivaciones no son de reciente cuño. Siempre han estado presentes pero contenidas.

Se trata de la “Alianza Federalista”, conformada por los gobernadores de 10 estados, que buscan que el Gobierno Federal les dé más dinero del que reciben actualmente, a partir de lo que todos los estados recaudan en el país. Buscan cambiar el actual “Pacto Fiscal” y llegaron a amagar con romper el “Pacto Federal”, que no ocurrirá, pues convertiría a esos estados en autónomos e independientes.

Los gobernadores de la “Alianza Federalista” enfrentan al presidente López Obrador y critican sus decisiones para combatir la pandemia, la crisis económica y los recortes presupuestales.

Sobre el virus, la Alianza expresa preocupación por la inconsistencia de las acciones que se han tomado y “que no se corrija el rumbo y se lleve al país hacia una segunda catástrofe social, económica y de salud”. Dicen querer un diálogo con el Presidente para construir acuerdos pero también “mandar el mensaje contundente de que no estamos dispuestos a tolerar más abusos de su parte”.

A esta pretensión, el Presidente ya dijo que sí pero primero dijo que no, que “no hay materia” y que además ya los estaba atendiendo el Secretario de Hacienda. Que no se les debe nada y que solo es electoral. Sostuvo que para modificar el “Pacto Fiscal”, “se tendría que llevar a cabo una reforma constitucional para cambiar la fórmula de distribución del presupuesto porque hay estados que solicitan más recursos y esos recursos son los que se entregan a otros estados, no se distribuyen a capricho”.

Reforma constitucional que no permitiría la mayoría morenista.

Los gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y Michoacán le habían revirado con su misma moneda, hacer una consulta en sus estados para preguntar a sus ciudadanos si permanecen en el “Pacto Fiscal”.

A esto reaccionaron los gobernadores de Baja California, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Respaldaron al presidente López Obrador, expresaron su desconcierto, redujeron lo sucedido a lo electoral, llamaron irresponsables a los de la Alianza, los señalaron de no haber querido entender que México se encuentra en una nueva realidad política y que “por el bien de todos, el crecimiento económico del Norte no puede significar la pauperización del Sureste”. Los llamaron a serenarse.

La “Alianza Federalista” asegura estar enfocada en lo económico. Pero es obvia su intención electoral. En principio para el 2021, ganando gubernaturas que Morena ya cree tener en la bolsa y la mayoría de la Cámara de Diputados. Cuatro de esos gobernadores concluyen para entonces sus mandatos. Pero entre los seis que se quedan, destaca Enrique Alfaro, de Jalisco, que es bien sabido que se prepara para el 2024.

anarciae@gmail.com

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