47 días después de ocurrido, el desplome de un tramo de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México sigue cobrando víctimas.
Poniendo por encima a las irreparables pérdidas humanas y el daño al transporte y la economía de millones de habitantes del oriente de la capital, la tragedia también alcanza a la clase política. (Idealmente para deslindar responsabilidades y hacer justicia).
El sentido común y la opinión publicada coinciden en que los más raspados fueron el canciller Marcelo Ebrard y la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Él, porque propuso y construyó la tristemente célebre "Línea Dorada" y ella porque hoy es la autoridad responsable de su mantenimiento y de prevenir un desastre, como el ocurrido, que causó sangre y muerte y contribuyó a su derrota electoral del pasado 6 de junio.
Como el fracaso no es huérfano y hay que repartir, también salpicaron a Mario Delgado, quien fue el secretario de Finanzas de Ebrard, a Miguel Ángel Mancera, quien sucedió a Marcelo, y a los distintos directores del Metro, que debieron saber pero callaron las fallas que derivaron en catástrofe, incluida Florencia Serranía, la desaparecida directora actual.
Esto dio pie a que el Presidente eligiera públicamente. Para que todos se enteraran.
Cuestionado sobre qué apoyos ofrecería a la Jefa de Gobierno capitalina "para salir de esta circunstancia en lo político", respondió: "Todo, todo, todo mi apoyo y mi respaldo también".
Su apoyo lo acompañó del infaltable complot para explicar la crítica: "Hasta en el New York Times manejaron la responsabilidad de Marcelo, queriéndolo enfrentar con Claudia; muy sensacionalista, poco profesional, poco ético, y no porque sea el New York Times son infalibles".
No desaprovechó la oportunidad para enlodar otra vez a toda la prensa nacional. Solo puso a salvo a La Jornada.
Fue entonces que, tras argumentar que "lo del tren es para afectar a nuestro movimiento y poner a pelear a Marcelo con Claudia, lo que es muy vulgar y (ellos) no van a caer en la trampa", dio el banderazo de arranque de la sucesión presidencial: "quisieran que se peleara Marcelo, Claudia, Tatiana, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, etc., porque ellos están, los conservadores, muy menguados, no hay dirigentes del conservadurismo; a lo mejor surjan, pues, pero en el flanco izquierdo hay hasta para tirar para arriba, hasta para prestar. Entonces, ellos apuestan a que nos fraccionemos, se van a quedar con las ganas".
Al día siguiente insistió: "Nosotros tenemos muchísimos con posibilidad de llegar a ser presidentes, mujeres y hombres, el problema lo tienen ellos, ¿de dónde los van a sacar? ¿Quién? ¿Claudio? ¿La esposa de Felipe Calderón? ¿Quadri? ¿Va a regresar Diego? ¿Chong? ¿Quién, Loret de Mola? Porque puede ser, ¿o Krauze o Aguilar (Camín)?”.
¿Cuál es el cálculo del presidente? ¿Adelantar la lucha por la sucesión para distraernos de los verdaderos problemas del país que no ha resuelto? ¿O simplemente burlarse de una oposición que no tiene figuras que puedan vencerlo en 2024?
Monitor republicano
En el mismo patíbulo pero ya halladas culpables por el tribunal popular, están las empresas que construyeron la Línea 12, especialmente la que es propiedad del hombre más rico de México porque fue la responsable del tramo colapsado y participa en la construcción de obras emblemáticas del actual gobierno.
El castigo bursátil que sufrió en la semana apenas se equipara con la desconfianza que ahora inspira.
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