Al más duro de los tribunos del grupo gobernante y férreo defensor del “compañero presidente”, le vieron la cara y lo dejaron sin la coordinación parlamentaria, que por acuerdo de los aspirantes a la candidatura presidencial, le correspondía.
Gerardo Fernández Noroña fue ninguneado desde lo más alto del poder, pese a que convalidó con su participación la contienda interna del bloque Morena-PT-PVEM.
Según él, le están jugando chueco.
Cuando Alfonso Durazo, en su bisagra postura de gobernador de Sonora y presidente del Consejo de Morena, anunció cuáles serían los premios de consolación para quienes buscaran la “Coordinación de Defensa de la Transformación”, el 11 de junio de 2023, prometió:
“El Consejo propone, recomienda lo siguiente a quien vaya a ocupar la Coordinación de la Defensa de la Transformación: que invite a quienes hayan quedado posicionados en la encuesta en el segundo y tercer lugares a colaborar en su tarea, y que en caso de que se alcance el objetivo se les permita escoger entre una invitación a ocupar una posición para mejorar la gestión pública o ser propuestos para la coordinación de Morena en defensa del federalismo o la coordinación de Morena para la defensa de la representación popular”.
El 6 de septiembre se dieron los resultados de la encuesta: Claudia Sheinbaum, 39.4%, en promedio; Marcelo Ebrard, 25.8%; Adán Augusto López, 11.2%; Gerardo Fernández Noroña, 10.6% y Ricardo Monreal, en último lugar, con 5.9%.
A la mañana siguiente, el presidente López Obrador insistió: “Cuando se hizo la convocatoria para este ejercicio se estableció, y todos estuvieron de acuerdo, que quien quedara en segundo lugar tenía derecho a participar en el gabinete o ser dirigente del movimiento de transformación en el grupo de Morena y los aliados, ser dirigente en el Senado de la República, algo que es mucho muy importante. Y así quedó establecido para el tercer lugar. Primero, el segundo escoge, decide. No es algo de ayer, está en las reglas que aprobó el Consejo antes de iniciar el proceso y que fueron aprobadas por todos. Lo mismo para el tercero, cuarto, quinto, sexto lugar, para todos. Tienen su lugar, su espacio, así está acordado”.
Pero tras la contundente victoria del 2 de junio, Fernández Noroña quedó fuera.
El viernes 21 de junio, en una transmisión en sus redes sociales, planteó su inconformidad por negársele la coordinación de la fracción en el Senado. “Dicen que le corresponde a Adán Augusto, no es cierto”. Y criticó que Monreal, que quedó en el último lugar de la encuesta, vaya a coordinar la fracción en Diputados. Planteó incluso una encuesta para saber quién quiere la gente que coordine a los senadores de Morena, si Adán Augusto o él.
Este martes, Claudia Sheinbaum sentenció que serán los próximos senadores de Morena quienes elijan a su coordinador parlamentario.
Fernández Noroña dijo en entrevistas que no sería ni la primera ni la última vez que tenga que enfrentar una injusticia.
El presidente López Obrador expresó su afecto por el petista, pero aclaró que el acuerdo original tenía que ver con quienes militaban en Morena. Y lo dejó fuera.
Eso llevó a Fernández Noroña a dar una conferencia de prensa en el INE, donde expresó nuevamente su descontento.
Y estiró la liga hasta llegar a un encuentro privado con la presidenta electa Sheinbaum, quien algo le ofreció para calmarlo.
En los próximos días se sabrá si estirará la liga, como Ebrard, hasta amagar con la ruptura y luego agachando la cabeza.
O sea, lo de siempre en la política: el chantaje como moneda de cambio. Se la aplicaron. Que ya no haga “panchos”.