El fin de semana pasado, arrancó la Liga MX. La verdad, ni a quién le importe. Y es que, si de por sí el interés del público en las jornadas iniciales suele ser bajo, súmele que nuestro torneo local empieza en la fase decisiva de la Eurocopa y la Copa América.

Históricamente, el campeonato mexicano de Primera División —como coche viejo— necesita de un rato para calentarse, porque “los jugadores vienen duros de la pretemporada”.

Sí, en pleno siglo XXI, en México los clubes se siguen escudando en eso para justificar la mala calidad del espectáculo.

Ahora bien, si al mal nivel inicial de siempre le sumamos que —tras cuatro jornadas— la Liga se detendrá... Pues qué se puede esperar.

El objetivo a mediano plazo es, de acuerdo a los dichos del señor Miguel Ángel Gil Marín, potenciar a la Liga para que sea una de las cinco mejores del planeta.

Perfecto. Ahora que nos expliquen cómo planean hacerlo, si el certamen empieza cuando aún se está disputando el torneo continental en el que participan algunas de las figuras de tu propia Liga.

Si a eso le agregamos que el Apertura 2024 se va a parar para darle paso a la Leagues Cup, ¿cómo quieren que el fanático se enganche de entrada con la competencia? Que haya Leagues Cup no tiene nada que ver con el pobre nivel exhibido en la Fecha 1, pero sí afecta el interés de los seguidores (muchos se sorprendieron al enterarse que la Jornada 1 se jugaba este fin de semana).

Y es que, sin ese torneo interligas, no habría necesidad de arrancar tu propia competencia cuando los ojos están volcados en las dos competiciones que acompañan al Mundial en el podio de la importancia global.

Hay quienes creen que la Leagues Cup le dará roce a los futbolistas mexicanos, y puede ser. Pero, al menos por ahora, sólo sirve para que los organizadores junten una gran cantidad de dólares por concepto de taquilla y esquilmos (el premio para los clubes por participar son monedas, si lo comparamos con lo que entrega la Copa Libertadores, por ejemplo). Tras la primera edición, me quedó la impresión de que a la mayoría de los equipos mexicanos lo único que les interesaba era regresarse a sus casas.

¿Estoy pidiendo la desaparición de ese novel evento? Por supuesto que no. Lo que, humildemente se solicita, es su correcta calendarización. Este torneo se debe jugar antes de que arranque el campeonato mexicano, y así fungir como una especie de “pretemporada oficial”.

Evidentemente, en años en que hay copas continentales, no se puede realizar (ni modo, unas por otras).

Si la Leagues Cup se jugara de esa manera, el negocio seguiría y los clubes mexicanos llegarían (en teoría, porque nunca se sabe) a la Fecha 1 en ritmo y nos ahorraríamos los bodrios que vimos este fin de semana, y así ganamos todos.

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