Imaginemos que un ser extraterrestre (así, sin nacionalidad, porque no todos los aliens son marcianos, como usted bien sabe) llegara a la Tierra en plena y, para su buena suerte, justo aterrizó en nuestro bonito país. De inmediato, se interesaría en ese juego que paraliza a todo un pueblo y, tras muchas preguntas, se iría con el concepto claro de lo que el futbol y la Selección azteca significan en este rinconcito del universo.

Imaginemos que dicho ser, sin entender la razón, decidió regresar a México justo cuando la Selección vuelva a saltar a la cancha. Pero esta vez, nuestro querido amigo interplanetario se subirá a su nave para regresar a su casa totalmente confundido.

Imaginemos: Esta vez no fue una fiesta, México no consiguió los resultados esperados y aquellos que un mes antes eran unos héroes, ahora son lo peor de lo peor. Es más, nuestro amable visitante debió googlear qué es eso de la leña verde, porque no entendía aquello de que querían quemar a los futbolistas. Pocos días antes, no paró de escuchar que ahora sí se iba a jugar el quinto partido y, para su sorpresa, ahora ese grupo de forajidos se iba a quedar en la fase de grupos, bueno... Si es que consiguen el boleto al Mundial.

Así se vive todo lo que rodea a la Selección Nacional , de extremo a extremo. Los protagonistas, los medios de comunicación y los aficionados, vivimos trepados en el carro de una montaña rusa cada vez que 11 aguerridos tenochcas se ponen esa camiseta que antes era casi siempre verde y ahora es negra (cosa inexplicable). Todo lo que rodea al equipo mexicano es una locura.

No sé cómo sea en otros países, pero aquí los coletazos que rodean al cuadro nacional son como para utilizar camisa de fuerza. En menos de dos minutos somos capaces de todo. Vale la pena recordar el camino a Brasil 2014, cuando se exigía que no convocaran más a los que tuvieron que jugar el repechaje. Pero, tras entrar a la Copa del Mundo por la ventana (de manera vergonzosa), de inmediato el discurso viró hacia el clásico “ahora sí vamos por el quinto partido”.

En Rusia se le ganó al campeón del mundo y, con seis puntos en la bolsa, casi quedan eliminados ante Suecia. Pero, para no perder la costumbre, a Brasil nos lo íbamos a comer crudo. Ahora se viene una triple fecha eliminatoria y, a priori, muchos creen que será el Waterloo de este equipo. Pero, si algo hemos aprendido, es que una buena cosecha nos hará estar a nada de hacer historia en Qatar. Y así no se pinches puede.

Adendum

. “Si Cruz Azul tuviera los resultados de Chivas, nos habrían destrozado”, eso me escribió Knut. ¿Saben qué? Tiene toda la razón.

futbol@eluniversal.com.mx

 
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