Álvaro López Sordo

Retrovisor

El DT de la Selección termina más demacrado que algunos Presidentes

Retrovisor
01/11/2022 |03:00
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Fracaso es palabra prohibida en el futbol. Quizá, haría falta que los protagonistas le dieran una leída al diccionario para que le perdieran el miedo. Fracaso: “Resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien”. El Toluca fracasó, de manera estrepitosa, en su intento por ser campeón, pero eso no significa que sean un grupo de fracasados.

Lo que sí es un fracaso tremebundo es la gestión del futbol mexicano a nivel de Selecciones Nacionales. Lo sucedido con la varonil y femenil, que se quedaron sin Mundial y sin Juegos Olímpicos, son muestra suficiente, pero lo que sucede en el combinado masculino mayor es verdaderamente preocupante.

Hoy, cuando todavía ni empieza la Copa del Mundo Qatar 2022, ya se habla de quién podría tomar el lugar de Gerardo Martino. ¿No les parece extraño, aunque sea un poquito, que el equipo ni siquiera ha llegado a Medio Oriente y ya es tema la sucesión?

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

No se ha jugado un segundo del Mundial y, como tantas otras veces, todos sabemos que el entrenador no va a continuar. Los escasos personajes que han dirigido a la Selección Azteca durante un ciclo mundialista completo siempre salen huyendo. ¿Es normal? Humildemente, considero que no.

Aquí, cada cuatro años vemos la misma película: El DT de la Selección termina su periodo más demacrado que algunos Presidentes de la República, y el nivel de juego del equipo se va diluyendo. Con el Chepo de la Torre pasó, con Herrera también, con Osorio lo mismo y con Martino igual. Equipos que por momentos vuelan y que, de buenas a primeras, empiezan a jugar menos.

Quizá, ningún entrenador quiera seguir porque el entorno es digno de un loquero. Lo comercial importa más que lo deportivo, pero se exige que se juegue como si fuéramos Brasil.

Ese es nuestro gran fracaso, y hoy, a falta de la confirmación oficial (que llegará a los 10 minutos de que termine la participación de México en Qatar), perderemos la oportunidad de cimentar las bases de un proyecto serio, porque de aquí a 2026 la presión será mínima. El boleto lo tenemos y el tiempo para darle forma al futbol mexicano, parece que quedará en el retrovisor.

Adendum. “Qué gacho que no hubo final”, me escribió Knut. Me gustó que ya sepa usar la palabra gacho. Ah, y tiene toda la razón.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.

futbol@eluniversal.com.mx