Dicen por ahí que: No hay peor ciego, que el que no quiere ver. Pero también es sabido que no hay que creerse nuestras propias mentiras. En el caso del futbol mexicano , honestamente, no sé si no queremos ver, si estamos viendo y no vemos, o si de plano somos fanáticos de creernos nuestras propias falacias. No creo que sean todas las anteriores, aunque puede ser.
¿Por qué vienen a cuento esos viejos dichos? Muy fácil, todo es producto del sorteo mundialista. Y es que, desde que se dio a conocer el grupo en el que participará México, he leído y escuchado aseveraciones que, siendo muy indulgente, me llaman mucho la atención. Aficionados, analistas y exjugadores (evidentemente, no todos) han hablado con una ligereza que sorprende sobre e l grado de dificultad de los rivales que la Selección Azteca enfrentará en Qatar.
“Polonia es sólo Robert Lewandowski
” y “Argentina ya no es la de antes”, son dos frases que resumen a la perfección lo que tanto me ha llamado la atención. Si Polonia es sólo Lewandowski, ¿nosotros qué somos? Esa debería ser la gran pregunta. Porque los polacos, en dado caso de que sólo fueran el delantero del Bayern Munich, cuentan con uno de los dos mejores goleadores del orbe. Mientras que a nosotros nos cuesta sangre hacerle un gol al arcoíris. Mejor no menospreciar a los europeos.
Argentina
es el actual campeón de la Copa América. Es verdad que no juegan de manera hermosa, pero también es cierto que transitaron sus eliminatorias muertos de la risa y que Messi, a diferencia del pasado, ahora juega mejor vestido de albiceleste que con su club. A Lionel hay que sumarle a Lautaro Martínez, Ángel di María, Rodrigo de Paul, Leandro Paredes, Cristian Romero, Emiliano Martínez, y eso por citar a unos pocos nada más. Pero Argentina (a la que no le ganamos hace 15 años), al parecer, es una papa.
Nosotros tuvimos cierta parte del cuerpo más al norte de lo que es debido durante gran parte del octagonal, pero Argentina no es gran cosa, aseguran. Lo que más sorprende es que desde Argentina (qué pasa en Polonia y Arabia Saudita, no tengo la menor idea), se refieren a México como una escuadra que suele complicarles la vida. Sí, ellos —que se supone exudan soberbia— hablan con respeto de nuestro equipo. Si es de dientes para afuera, es otra cosa. Pero en público son muy cuidadosos.
Nosotros, como siempre, pasamos de tener el Jesús en la boca a “ nos la Pérez Prado todos” , en un solo movimiento. Ojalá, los jugadores no piensen de esta manera, porque en Qatar se puede competir por avanzar, no tengo la menor duda, pero si en el seno del equipo se piensa como afuera... Las posibilidades se reducen drásticamente. Ojalá, los futbolistas estén conscientes de su realidad.
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