Hace un tiempo entendí que no me corresponde juzgar las decisiones, laborales o de vida, de los deportistas. Si el futbolista X determina dejar una Liga de máximo nivel por la MLS o Arabia, es totalmente válido, por citar un ejemplo.
Ahora, el señalado es Rafael Márquez por cambiar al Barcelona por la selección azteca. Dejar de ser director técnico en un club europeo por ser auxiliar en una selección, como mínimo, parece una locura.
Pero no lo es.
Márquez dirigía al Barcelona B, equipo que juega en Tercera División. El ex central apenas está en formación como director técnico, tampoco es que sume varios años dirigiendo en el máximo circuito ibérico (si ese fuera el caso, sí parecería un franco retroceso aceptar ser auxiliar de una selección). Pero Rafa Márquez llegó a un acuerdo para seguir aprendiendo de la mano de Javier Aguirre para, posteriormente, entrenar a una selección que siempre va los Mundiales.
Así cambia la cosa, ¿no?
¿Cimentar el proyecto a mediano plazo en Rafa Márquez es una buena decisión por parte de la Federación Mexicana de Futbol?
Eso es harina de otro costal e imposible de responder hoy. Hasta que el michoacano tome las riendas del equipo es imposible juzgarlo. Son pocos los casos de entrenadores que dirigieron a una selección sin experiencia en Primera División, pero Lionel Scaloni y Luis de la Fuente han demostrado que se puede triunfar así. En este caso habrá que esperar un par de años para saber qué tipo de DT es Rafa.
¿El ya tener designado al hombre que llevará a la selección al Mundial del 2030, significa que por fin tenemos un proyecto a mediano plazo?
En el papel sí, pero la realidad hace pensar que todo salió de rebote porque hasta hace unos días ese puesto se lo habían ofrecido a Jaime Lozano (a quien le habían garantizado dirigir el de 2026, ojo ahí Rafita). La apuesta les salió a las mil maravillas porque el nombre de Rafa Márquez, por sí sólo, le ha dado paz al futbolero en general.
Pero (siempre hay un pero), la puerca tuerce el rabo si es que nuestros gallardos federativos siguen pensando que un director técnico y su auxiliar son la solución a los problemas del conjunto mexicano. Como ya se repitió hasta el cansancio en esta columna, hoy ni Pep Guardiola auxiliado por José Mourinho y Jürgen Klopp harían la diferencia porque el problema de nuestro futbol es sistémico y con la novedad que para 2026 ya no da tiempo de corregir nada.
Adendum.
“Ojo con mi Máquina”, me escribió Knut. Pensaría igual si la Liga Mx no se detuviera un mes por la Leagues Cup. A ver qué versión vemos cuando regrese el torneo...