Mejor final, imposible. Es verdad que no se enfrentan el primero contra el segundo. Pero es un hecho que el duelo entre el América y los Tigres es el mejor que la Liga MX puede ofrecer hoy.
Las Águilas fueron líderes, la mejor ofensiva y defensiva, y son el equipo que más puntos ha sumado en los últimos tres años.
Mientras que los felinos son los campeones, la segunda mejor ofensiva y cuentan con algunos de los futbolistas más espectaculares de nuestro balompié.
Además, ya hay antecedentes entre ambos en finales de Liga. En 2014, ganó el América; dos años más tarde, al menos para los ojos del americanismo, las Águilas y sus indisciplinas le entregaron el título a los de San Nicolás de los Garza.
Esta semana se romperá la igualdad. Pero habrá mucho más en juego, y es que Tigres busca su novena estrella, y el América, más allá de la tan ansiada decimocuarta conquista, también puede comenzar con el final de la dinastía felina.
Lo paradójico es que ambos equipos no brillaron el fin de semana pasado. Pero eso no es algo necesariamente negativo.
El América (aunque no guste) se dio el lujo de jugar un partido de pretemporada en plena Liguilla, todo gracias a que en la ida aplastaron a su rival.
En un caso inédito (a nivel mundial, me atrevo a decir), un equipo que avanzó a la final se fue abucheado de la cancha, y con total razón.
Pero la actuación del sábado fue producto de la suficiencia con que se resolvió la eliminatoria en el juego de ida.
Por su parte, Tigres no liquidó la eliminatoria en Ciudad Universitaria. Pero volvieron a demostrar que son los maestros del manejo de ventajas. Que Pumas se haya adelantado, no les movió un pelo, y el empate de Juan Pablo Vigón sentenció el partido y la eliminatoria.
La segunda parte fue un soporífero. A nadie le divirtió ese juego, pero eso es un reflejo del nivel de Tigres.
Como en el caso del América, ya no era necesario emplearse a fondo para lograr el boleto. Es decir, que lo aburrido de los partidos de vuelta es una muestra de la calidad de ambos equipos.
El jueves y el domingo chocarán las dos fuerzas más poderosas de la actualidad en México.
La presión, por supuesto, está del lado del América. Han pasado cinco años desde su último campeonato de Liga y, aunque suene extraño, si no levantan el trofeo, haber sido el cuadro más regular de los últimos años y nada será lo mismo.
Del otro lado, ¿qué más se le puede pedir a la generación más brillante en la historia del equipo representativo de la Universidad Autónoma de Nuevo León?
Evidentemente, hay una diferencia abismal entre ganar y perder, pero a André-Pierre Gignac y compañía, se les caen los trofeos de los bolsillos, y eso les da un crédito que los de Coapa no tienen.
Adendum. Knut, como el Cruz Azul, está de vacaciones.