Chivas

es un subibaja, ni a montaña rusa llega. ¿Por qué me atrevo a comparar al Rebaño con ese odioso juego de parque infantil? Pues porque el equipo más mexicano del país, una semana está para ganar la Champions League, y a la otra no puede ni competir en la Liga amateur de peor ralea. Pero la realidad es que, en la cancha, nunca se ve un gran cambio; esa ciclotimia es más producto del entorno que de lo que se ve en el campo de juego.

Utilicemos sus dos últimos partidos como ejemplo. Contra Juárez , Chivas no fue ninguna maravilla. Es verdad que tuvieron mucho más tiempo la pelota, pero generalmente en zonas intrascendentes. Pero también es verdad que jugaron bastante mal el primer tiempo y que, por momentos, con 10 hombres fueron mejores que su rival. Otra verdad de ese partido es que los Bravos se pusieron ídem y echaron para atrás a los rojiblancos. Para muestra, los dos posibles penaltis que no se revisaron.

En la frontera norte, la calidad de Alexis Vega fue suficiente para sumar de a tres. Pero eso no debería ser suficiente para los aficionados del chiverío, ni mucho menos para quienes integran la institución. Pero Chivas ya estaba para cosas grandes y, ahora sí, a ver quién los iba a parar en su camino furibundo hacia el título de Liga.

Tres días después... Los zarandeó Tigres . ¿Es para espantarse? No. Lo normal es que Tigres venza al Guadalajara. Pero, así sin anestesia, la escuadra tapatía pasó de ser casi casi el Milan de los holandeses, a una bazofia que no debería jugar siquiera en la Liga de los domingos (esa en la que los tiros de esquina siempre tienen algún resto de casco de caguama).

¿Qué es Chivas, lo de Juárez o lo de Tigres? La realidad es que no hay gran diferencia entre uno y otro. Su desempeño ni siquiera es inversamente proporcional al del rival de turno. Y es que contra Mazatlán, y su austeridad republicana, brillaron. Pero contra el Querétaro, y su pobreza franciscana, sufrieron como escuincle que no estudió para el examen final.

Contra Juárez, ni frío ni calor. Simplemente, los salvó un chispazo de Vega (y el VAR ). Ante Pachuca, que no es una maravilla, pero tiene buen plantel, y contra Tigres, y toda su opulencia, se fueron a casa con la cabeza baja y las ilusiones destrozadas. Entonces, ¿qué es Chivas? Es un club con un plantel que no cumple con las expectativas que su calidad genera y que decidió experimentar con un entrenador novato. Chivas es un subibaja y todo el torneo navegará entre altibajos y bandazos, sin asumir su relevancia e importancia en el campeonato mexicano.

Adendum

. Knut está desaparecido. Sospecho que se tiró al alcohol por lo que sucede en su Cruz Azul.

futbol@eluniversal.com.mx

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