Hace unos 30 años, después de hacer berrinche (otra vez) por culpa de uno de mis primos, se me acercó un tío abuelo y —con total franqueza y así, sin anestesia— me dijo: “No seas tonto y no hagas corajes, a ese no se le da gusto con nada. Aunque le den lo que pide, igual la hace de jamón”. Y sí, hay gente así.
Me atrevo a afirmar que, cuando se trata de la Selección azteca, todos somos un poco como mi primo (tiene 40 años de edad y sigue igual): No hay manera de estar en paz y a gusto. Por la banca de la Selección han pasado entrenadores de todo tipo. Ofensivos y defensivos; laxos y gendarmes; motivadores y obsesivos de la táctica; divertidos y aburridos.
Bora Milutinovic consiguió el boleto a Francia 1998, pero fue despedido porque el equipo jugaba feo. A Enrique Meza se le estaban quemando los aparejos y, entonces, ya no importó la estética del juego y el país se rindió ante el pragmatismo del estilo de Javier Aguirre. La cosa era clasificar, el cómo ya no fue tan importante como cuatro años antes (ve, le digo que somos difíciles).
Ricardo La Volpe cumplió y clasificó al cuadro nacional caminando y, encima de todo, jugando de manera muy agradable por momentos. Pero el equipo ocupó el segundo puesto del hexagonal final y esa no se la perdona nadie. En cuanto acabó el Mundial, salió huyendo (como casi siempre pasa).
De 2010 para acá, lo mismo. La única eliminatoria en la que no se sufrió fue la de Rusia 2018, pero las rotaciones de Juan Carlos Osorio nos molestaban. Entonces, las maneras del colombiano fueron más importantes que el hecho de clasificar al Mundial sin sobresaltos y en primer lugar de manera holgada.
Ser DT de la Selección azteca es nocivo para la salud. Como vimos, no hay manera de tener contento al cliente (a los críticos menos), y es que exigimos como si fuéramos Alemania. Gerardo Martino y sus muchachos tienen paso perfecto rumbo a Qatar 2022. Pero todos estamos molestos por cómo juega el equipo; bueno —aunque la verdad—, yo prefiero jugar feo y ganar. Total, lo que importa en la eliminatoria es sumar los puntos necesarios para ir al Mundial.
Adendum. Knut, después de ver las eliminatorias, se puso filosófico y reflexivo, y me dijo: “¿Ahora, ya vas a valorar el nivel de la Liga MX?”.
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