Ambos enfrentan momentos críticos, en Estados Unidos @RealDonaldTrump se prepara para enfrentar su reelección en una situación complicada y donde lo único que al parecer podría salvarlo sería casi un truco de magia en el colegio electoral, pues el voto popular es casi un hecho que le será adverso, mientras que en México @LopezObrador_ con su menor popularidad desde que iniciara campaña en 2018 se prepara para dirigir a su partido en la elección mas grande de la historia en el país, donde busca el refrendo de la mayoría en la cámara de diputados y ganar la mayoría de las 15 gubernaturas en disputa.
Trump rompió toda la tradición al utilizar el escenario majestuoso de la Casa Blanca para dar su discurso de aceptación de la candidatura republicana, y por primera vez un secretario de Estado participó brindando su apoyo mediante una transmisión en vivo durante una misión diplomática en el mismo evento, casualmente desde una terraza de Jerusalem. Todo esto sin embargo no se tradujo en el acostumbrado efecto positivo post convención donde los candidatos repuntan dos o tres puntos, y @JoeBiden continúa con 7 puntos de ventaja sobre el candidato republicano según el promedio de @fivethirtyEight.
Lopez Obrador dió su Segundo Informe, sin considerar los mensajes trimestrales, y la agencia Dinamic.Co de @Augustodrl publicó su estudio al respecto. El 59.7% de los mensajes relacionados al informe fueron positivos, un dato al que ya no estaba acostumbrado el presidente mexicano, y tan solo el 28.14% fueron negativos. Si bien fue claro el uso de grupos de inducción, o granjas de bots, como puede apreciarse al analizar la tendencia y el volumen de las menciones, no deja de recordarle al mandatario como era cuando tenía las redes a su favor.
El mayor sentimiento negativo que se pudo analizar corresponde a un Rechazo/Animadversión contra el presidente, en un 42.3% de las menciones, y Orgullo/Admiración componen el 30% de las publicaciones positivas.
La economía fue la preocupación mas manifestada entre los cibernautas que comentaron al respecto del mensaje, con un 32.61%, constituyendo la falta de empleos y la disminución de los ingresos las verbalizaciones recurrentes. Seguridad ocupó el número dos y Salud Publica, con la Pandemia el tercer lugar como preocupación ciudadana.
Según el #AMLOTrackingPoll de @Mitofsky365 la aprobación de Lopez Obrador tampoco repuntó como efecto de la alta exposición mediática y publicitaria del informe, manteniéndose apenas unas décimas por debajo de los 54 puntos alcanzados hace 15 días y que representó el punto más alto desde el inicio de la contingencia en el mes de febrero.
Los números para el partido Morena tampoco son los mejores. Hace un año eran pocas las esperanzas de los partidos de oposición por retener más de dos de las gubernaturas en disputa y no había duda de que el partido oficial mantendría la mayoría en el congreso, incluso la calificada. Hoy las encuestas muestran otra realidad. Mientas en la gran mayoría de los estados han surgido candidatos de oposición altamente competitivos que se presentan con ventaja o en empate técnico, como @Makugo en Querétaro, @MaruCampos_G en Chihuahua, @NavaSLP en San Luis Potosí o @PelayoFrancisco de Baja California Sur, y en Nuevo Leon la moneda está en el aire dependiendo de la selección de los candidatos, vamos hasta en Campeche podrían darle una sorpresa a @LaydaSansores. En numerosas alcaldías el panorama para los guindas tampoco es alentador. De concretarse los resultados adversos en lo local poco podrían reclamarle al presidente, quien al contrario alcanza aun para rescatar algunos puntos de las desastrosas evacuaciones que presentan los presidentes municipales y las autoridades locales que portaron los colores de Morena o sus aliados. El único dato consistente entre los distintas encuestas sobre gobernadores es que de los cinco peor evaluados por lo menos tres provienen de dichas alianzas, y si se analizan presidencias municipales consistentemente 16 de los 20 que tienen el mayor rechazo ciudadano provienen de Morena.
El ejercicio del poder es como una lija, si no raspa, desgasta, y ahora el partido del presidente debe asumir las consecuencias. Sin embargo si todos aquellos que muestran su desaprobación no encuentran un mismo rumbo volverán a imponerse las minorías. Ninguno de los dos presidentes requiere una mayoría del voto popular, el de Estados Unidos necesita que los suyos voten donde deben y el de México que los contrarios voten divididos.