Le guste o no, @lopezobrador comparte un rasgo en su génesis con @VicenteFoxQue, ambos presidentes llegaron al poder con un gran bono de esperanza. Fox fue el primero en derrotar al PRI en las urnas y Obrador al PRI y al PAN. Esta bocanada de aire democrático los blindó de los errores que pudieran cometer en aras de hacer diferentes las cosas.

Pero Obrador llegó más lejos. En la cúspide del enamoramiento de las masas, los estudios demoscópicos mostraban que su aprobación hace apenas un año era del 85% y su desaprobación del 15%. Lo podía todo. Se confió. Se confiaron. No recordaron que en política ninguna victoria es permanente. El discurso de ganador, incluso el de avasallador, se aplicó sin filtros para todos los temas. Daba igual cuál era el problema nacional que se vislumbrara. Lo mismo huachicol, que economía, narcotráfico que corrupción, salud que feminicidios. Nosotros, como un yo encarnado, somos el pueblo bueno y los otros, esa minoría, ese 15% son el pueblo malo, los conservadores, los de derecha, los neoliberales.

Funcionó hasta que se desgastó. Se desgastó de tanto usarse. Se usó porque se tenía en la cartera, como esos 200 pesos que le acompañaron en una vida austera y que era hoy tiempo de intercambiar. Pero los número que no conocen de ideología, pero sí de realidad, hoy intentan despertar a los diseñadores de la 4T. Se acabó lo que se daba.

Las casas encuestadoras que durante 15 meses vieron cómo la popularidad de Obrador subía como la espuma, como ningún presidente antes pudo gozar. Registraron también cuando los embates de realidad eran bien sorteados con la capa de la esperanza. Pero hoy recogen una verdad: el modelo discursivo ya no da para más. Los positivos van a la baja como en caída libre y los negativos a la alza, como en una fiebre por el oro.

Y aunque en donde se concentra la aprobación es en los llamados grupos clientelares, la confrontación que tuvo Obrador en su tierra natal evidencia que no hay dinero a regalar que alcance para satisfacer demandas ancestrales.

En los medios sociales digitales la caída en la aprobación del presidente ha sido recibida con cautela. Muestra de que son más importantes los resultados que las apariencias. El tema se movió bajo las etiquetas: reforma 71 millones de alcance, #LópezEstáCayendo con 64 millones de alcance, Deforma con 43 millones y Aprobación de AMLO con 61 millones.

La conversación se dividió en un 25% con las personas que dicen que México vive su peor crisis de salud, seguridad y economía. El 21% se enfocó en la encuesta del diario Reforma, olvidando que otros dos estudios demoscópicos más aluden a la misma situación, para decir que es una estrategia para desacreditar a la 4T. El 19% lamenta que se ataque a los medios cuando no favorecen a Morena, el 18% recurre al discurso de que el presidente Obrador ha sido el más votado y el 17% lo acusa de estar enfermo de poder. El 43% de la conversación se realiza en Facebook, el 36% en Twitter, el 21% en los portales web. La interacción la domina Twitter con el 52%, le sigue Facebook con el 33% y los portales web el 15%.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador la noche se le está asomando. Debería comprender que no hay ejercicio de poder que no desgaste y si el poder es mucho el desgaste va a ser mayor. Faltan 14 meses para las elecciones, de continuar la tendencia, donde pierde un punto al mes, llegaría en el mejor de los casos para el empatado en la aprobación, pero ya en negativo de intención de voto por Morena, y en la mas elemental prospectiva no se ve un escenario favorable: no se ve en perspectiva un cambio de estrategia para el tema de la seguridad, no parece que en términos económicos se pueda producir una sorpresa o un cambio de tendencia positivo, al contrario, las presiones externas y la pandemia del coronavirus solo plantean un escenario mas complejo, los escándalos de corrupción de algunos funcionarios seguirán surgiendo, los malos gobiernos de algunos ejecutivos locales y estatales continuarán impactando negativamente al partido, lo único que no permite pronosticar una debacle de Morena es que @LopezObrador no tiene lo que fue Lopez Obrador en la oposición, una figura critica, combativa y asertiva que no dejaba pasar una, sin ponerse de manera empírica o estudiada del lado del pueblo, por años desde la oposición supo amplificar la voz de la inconformidad, entendió como ser el perfecto opositor, y hoy nadie, ni remotamente esta a la altura del reto.

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