Dos son las grandes obsesiones del presidente Andrés Manuel López Obrador: Calderón y Pemex. Está decidido a acabar al fantasma del expresidente y revivir el fantasma de la paraestatal. Parecen ser su espejo y su sombra. Directa o inversamente proporcional, lo que le ocurre a uno y a otro, le pasa al presidente.
En esta lógica debemos entender la actuación de la secretaria de Energía Rocío Nahle García ante sus pares en la reunión de la OPEP plus que se realizó de manera virtual. No fue ella la que determinó que México no reduciría su producción de petróleo en 400 mil barriles diarios sino sólo en 100 mil. Tenía una encomienda y la cumplió a cabalidad, porque el que obedece no se equivoca.
En términos comerciales estaba la negociación por reducir la producción petrolera para aumentar el precio. Pero en términos de la política aldeana estaba en juego la promesa de hacer producir más, muchos más, aunque no se requiera, a Pemex. Nahle García jugó guiada por la dirección técnica presidencial. Si no aceptan lo que pides manda al diablo a las instituciones. Así sean las internacionales.
En los medios sociales digitales en donde todo pasa por un tamiz muy severo y vuelve a cualquiera que quiera en experto en todo, el tema generó un alcance de 159 millones, con 8.8 millones de reacciones, 1.2 millones de comentarios, 17.5 millones de compartidas, y 63.7 millones de reproducciones.
En las líneas de comunicación se detectó que el 23% critica a la secretaria de Energía y la tachan de ignorante, aseguran que es una prepotente y que no tiene idea lo que sucede en el sector energético. El 19% dijo que México quedó en ridículo a nivel mundial por culpa de la 4T. el 17% pidió la renuncia de Nahle y rescató videos donde se quejaba de secretarios de sexenios pasados y ahora ella hacía lo mismo.
Un 12% asegura que México logro hacer un gran acuerdo con la OPEP y además se defendió la soberanía nacional. El 9% calificó a todos los comentarios negativos sobre el papel del país ante la OPEP como producto de Fakes News y al conocerse que fue el presidente Donald Trump quien intercedió para que México no bajara más su producción, generó que el 12% de la audiencia recordara que los Estados Unidos no hacen favores por nada. El 5% de la conversación se atomizó en otros comentarios.
Las etiquetas en las que se concentró la mayor parte de la conversación tienen que ver con la OPEP y un alcance de 124 millones, Rusia y Arabia Saudita con 102 millones, 96 millones generó David Páramo, 90 millones La OPEP, 87 millones #RocioNahleMeRepresenta y 72 millones Donald Trump.
Por redes sociales Twitter dominó las interacciones y Facebook la conversación, con 30 y 39 por ciento respectivamente. Los papeles se invierten en el segundo lugar Facebook tiene el 24% de las interacciones y Twitter el 26% de la conversación. YouTube obtuvo el 21% de las interacciones y el 18% de la conversación. Los portales web lograron el 18% de las interacciones y el 13% de la conversación. Mientras que otros medios sociales digitales tuvieron en conjunto el 7% de la interacción y el 4% de la conversación.
Con toda la atención centrada en la pandemia del Coronavirus, parecía que otro tema sería improbable que le quitara el primer lugar a la narrativa de la enfermedad, pero México tiene una tradición, heredada por el PRI, de ver a los hidrocarburos como la segunda patria. Aunque también hay una parte muy importante, las nuevas generaciones básicamente, que entienden que el mundo ya no es fósil, sino aire y viento.
Por eso también era importante que esta batalla se ganara en los medios sociales digitales. En donde están las generaciones que habrán de quedarse con el país y las consecuencias de las decisiones que hoy se toman.