La brújula que marca el presente y orienta el futuro de nuestra región y del mundo es clara: el bienestar de nuestros pueblos sólo puede fortalecerse con la protección del medio ambiente como pilar fundamental de la prosperidad compartida.
Con esta convicción, que guía la política ecológica y ambiental humanista de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, México participa activamente en la 29ª Conferencia de las Partes (COP29) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Bakú, Azerbaiyán.
El llamado del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, es inequívoco: abordar la emergencia climática como una historia de injusticia evitable. La COP29 se presenta así como una oportunidad única para renovar nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Es necesario liderar con el ejemplo en la implementación nacional de políticas alineadas con los objetivos acordados en esta materia y abogar a nivel internacional por alcanzar nuevos acuerdos globales. Como lo planteó recientemente la presidenta Sheinbaum, se debe contemplar la propuesta de reorientar el presupuesto mundial utilizado en armamento hacia la reforestación y sustentabilidad del planeta.
México está haciendo lo que le corresponde. El recién anunciado Plan Nacional de Energía, por ejemplo, busca aumentar nuestro porcentaje de generación eléctrica con fuentes limpias por encima del 40% para 2030.
Por parte del sector ambiental, buscaremos compensar emisiones mediante soluciones basadas en la naturaleza; restaurar ecosistemas y manglares; y reforestar zonas degradadas para garantizar una mayor absorción de carbono y otros gases de efecto invernadero.
Impulsamos, a la par, políticas públicas para avanzar hacia la descarbonización de nuestra economía y alcanzar una neutralidad de carbono en 2050. Concretar la meta de protección del 30% del territorio nacional —marino y terrestre— para 2030, es otra de nuestras prioridades.
Estamos implementando un ambicioso proyecto de economía circular; la expansión del desarrollo de proyectos ferroviarios con enfoque intermodal; y la electrificación del transporte. Asegurar que las obras de infraestructura del Gobierno de México cuenten con criterios de sostenibilidad desde un inicio, es otra de nuestras principales encomiendas.
Buscamos robustecer la coordinación intersectorial para apuntalar los sistemas de vigilancia, alerta temprana y protocolos para la reducción de riesgos y respuesta ante los desastres naturales.
Continuaremos apostando por sistemas de protección social, como el acceso a esquemas de aseguramiento, para reducir las pérdidas y daños asociados al cambio climático.
Todo lo anterior se verá reflejado en la actualización de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) que México, junto con todos los demás países, actualizará en 2025. Este instrumento reflejará un aumento de la ambición climática del país en todos sus componentes.
La ciencia ha dejado claro que la trayectoria global actual no es favorecedora. No obstante, aún hay tiempo para limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1.5°C para finales de este siglo. Todavía podemos actuar para transformar el modelo de desarrollo extractivista y multiplicador de las desigualdades que nos trajo hasta aquí.
México estará a la altura del desafío y hace un llamado a aumentar drásticamente la ambición de las NDC en este próximo ciclo de actualización. Ésta es nuestra hora crucial, la hora de actuar para garantizar un mundo más justo, más inclusivo y más sostenible para todas y todos.
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.