El sábado 15 de julio, Nelson Matus Peña, director del portal de noticias Lo real de Guerrero, fue ejecutado en el estacionamiento de una tienda en el puerto de Acapulco; es el quinto periodista asesinado en lo que va del año. El portal de noticias que fundó y dirigió informaba particularmente sobre la violencia que sufre Acapulco. La noche del sábado fue asesinado en la Autopista del Sol el empresario José Guadalupe Fuentes, operador político electoral de Marcelo Ebrard, con él murió su hijo de 20 años. A estos crímenes se suman muchos más todos los días en otras localidades del estado.
Con el apoyo rotundo del presidente, el partido Morena postuló a la gubernatura de Guerrero a Félix Salgado Macedonio, un sujeto pendenciero, denunciado como agresor sexual. La resolución del INE —confirmada por el Tribunal Electoral— de anular la candidatura de Félix Salgado por no presentar a tiempo informe de gastos de campaña, lo sacó del juego, pero no del todo porque la respuesta fue una simulación: postular a su hija, Evelyn Salgado, La Torita. Félix se convirtió en el verdadero gobernador desde la sombra. Y hoy, bajo la conducción de padre e hija, Guerrero vive uno de sus peores momentos: bloqueos de más de siete horas en la Autopista del Sol, asesinato de transportistas, la aparición de siete cadáveres desmembrados en Chilpancingo y la revelación de encuentros de la alcaldesa Norma Otilia Hernández, con el presunto jefe de una banda criminal, Los Ardillos, que disputa la plaza con Los Tlacos.
En ese estado sureño, la delincuencia muestra músculo social. En Chilpancingo miles de pobladores azuzados por los delincuentes bloquean la Autopista del Sol, contienen a las fuerzas públicas y secuestran a policías estatales y federales y a un funcionario de la Secretaría de Gobernación.
Frente a estos delitos, la respuesta del gobierno federal es pedirle a los ciudadanos afectados que esperen pacientemente a que por las buenas se retiren los bloqueos y se instala una mesa de diálogo en la que el gobierno cede a todas las exigencias de la contraparte y la presunta gobernadora, Evelyn Salgado, publica un tuit en el que afirma que en el gobierno de Guerrero siguen avanzando en la ruta del diálogo y la legalidad. La renuncia a aplicar la ley es la rendición del Estado.
No llama la atención que una banda criminal tenga algún respaldo social, esto ocurría con la Familia Michoacana o Los caballeros templarios en Michoacán y ocurre en Culiacán con el apoyo a El Chapo.
El presidente López Obrador minimiza la presencia criminal en el estado de Guerrero, aunque sus tres principales ciudades: Acapulco, Iguala y la capital, Chilpancingo, sufren la dominación de bandas criminales.
Y mientras todo esto ocurre en Guerrero, la violencia criminal se replica en Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Chiapas, Estado de México y varios estados más, pero el Presidente oculta la gravedad de los hechos, culpa al pasado y se refugia en su papel de agitador social y de jefe de campaña de su partido, Morena.