“Si mi vida está hecha para servir, hoy me pongo al servicio de las mejores causas”. —Hugo López-Gatell
O currió en una conferencia mañanera. Ante la severidad de los cuestionamientos a Hugo López-Gatell, el Presidente de la República decidió arroparlo y volviendo la vista hacia el médico que se encontraba allí mismo, le soltó esta letanía: “¡no estás solo, no estás solo..!”, el aludido respondió con fingida humildad llevándose una mano al pecho en señal de gratitud y mirando con devoción al jefe supremo. ¿Qué podrías temer, Hugo, cuando El Señor está contigo?
Durante la pandemia, el Presidente convirtió a López Gatell en el rock star de las conferencias mañaneras y el Doctor Muerte decidió renunciar a su condición de médico para asumirse como matraquero del Presidente. Subestimó la gravedad de la pandemia y calculó que el escenario catastrófico sería llegar a más de 60 mil muertos. No es posible calcular cuántas personas que no debieron morir perdieron la vida debido a las directrices erradas de López-Gatell.
Invitado al programa El Chamuco (un espacio de moneros al servicio del poder), calificó como cuasi golpista a la narrativa de los padres de los niños con cáncer que denunciaban la falta de medicamentos. López-Gatell está también detrás de la decisión de promover las vacunas Abdala (cubana) y Sputnik, (rusa) cómo únicas alternativas y la negativa a permitir que las vacunas reconocidas por la OMS puedan ser adquiridas por particulares en las farmacias.
En entrevista con La Jornada, López-Gatell se destapó para competir por la coordinación de la defensa de la 4T en la capital de la República, decisión que consultó con López Obrador y después con Claudia Sheinbaum.
Los altos mandos de la Secretaría de Salud tienen una responsabilidad criminal no solo por sus acciones, también por sus omisiones. Ni una palabra dijeron ante la decisión de desaparecer el Seguro Popular para sustituirlo por el fracasado Insabi, o ante la ocurrencia presidencial de instalar una farmacia grandotota “con todas las medicinas del mundo”; tampoco dijeron algo ante el desabasto de medicinas y el delirio de construir un sistema de salud como el de Dinamarca.
López Gatell va a la competencia, como lo hicieron Marcelo, Noroña y Monreal, para darle credibilidad al proceso y para recibir las sobras que se dispongan para los perdedores: quizás una posición legislativa que incluye un fuero muy necesario ante la posibilidad de que la oposición gane la presidencia de la República.
Su postulación es una provocación para sus opositores. ¿Les repugna López Gatell?, pues ¡jódanse! Y sirve para distraer de temas que lo incomodan.
El horror en Guerrero. Al mediodía del lunes, en la comunidad de El Papayo, cerca de Acapulco, la policía de Coyuca de Benítez cae en una celada. El secretario de Seguridad Pública, el director de la policía preventiva municipal y once elementos son asesinados. Pero no hay nada de qué preocuparse, el presidente ya envió un mensaje de condolencias a los deudos y la Guardia Nacional despliega 300 elementos a la zona.