La norma en general es toda regla que orienta el comportamiento de los seres humanos. En el caso de la ley, se trata de una norma jurídica impuesta por la autoridad competente que es de observancia obligatoria. Lo importante es explicar por qué el mandato o prohibición que nos impone la ley es un deber ser.

El 30 de mayo de 2008 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, la Ley General para el Control del Tabaco. Una de sus finalidades es proteger la salud de la población de los efectos nocivos del tabaco. La agencia encargada de proteger la salud pública de los Estados Unidos de América, mejor conocida como FDA, publica en su portal electrónico que el tabaco tiene efectos graves sobre la salud de los consumidores. De hecho, el consumo de tabaco sigue siendo la causa principal de enfermedad y muerte prevenible en los Estados Unidos, provocando más de 480 mil muertes cada año. Fumar causa daño a casi todos los órganos del cuerpo y conduce a una muerte prematura. La agencia norteamericana también destaca que el tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares que, a su vez, son la principal causa de muerte en los Estados Unidos y que 1 de cada 3 muertes por cáncer está relacionada con los pacientes que fuman.

En nuestro país, la referida Ley General fue reformada el 17 de febrero de 2022 para agregar, entre otros elementos, que la finalidad de la ley también busca “proteger los derechos de los no fumadores a vivir y convivir en espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco y emisiones”. Todos tenemos derecho al libre desarrollo de nuestra personalidad; todos pueden fumar tabaco conscientes de que es una sustancia que daña la salud y la autoridad no puede prohibir de forma absoluta que alguien fume bajo el argumento de que se está protegiendo la salud pública. En el caso de la marihuana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación explicó que la prohibición absoluta al consumo lúdico de la marihuana contenida en los artículos 235, último párrafo, 237, 245, fracción I, 247, último párrafo, y 248 de la Ley General de Salud, puede calificarse como muy intensa, pues consiste en una prohibición prácticamente absoluta para consumir la marihuana y realizar las actividades relacionadas con el autoconsumo de ésta, de tal manera que suprime todas las posiciones jurídicas en las que podría ejercerse el derecho.

En tal sentido, la medida analizada no se circunscribe a regular la forma y lugar en que pueden realizarse dichas actividades atendiendo a las finalidades constitucionalmente válidas que efectivamente tienen esos artículos, como podría haberlo hecho el legislador, sino que directamente prohíbe todas esas conductas. Consecuentemente, el sistema de prohibiciones administrativas ocasiona una afectación muy intensa al derecho al libre desarrollo de la personalidad en comparación con el grado mínimo de protección a la salud y al orden público que alcanza dicha medida.

En esa lógica, la autoridad tiene facultades para regular el lugar en que pueden los fumadores ejercer su derecho. Afortunadamente para los no fumadores, el Ejecutivo Federal, en el ejercicio de su facultad reglamentaria, publicó en el Diario Oficial de la Federación el 16 de diciembre del 2022 el “Decreto por el que se Reforman, Adicionan y Derogan diversas disposiciones del Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco”, que entró en vigor a los 30 días naturales a su publicación, es decir el pasado domingo, y que consiste en la prohibición total de toda forma de publicidad y promoción de productos de tabaco, incluida su exhibición en los puntos de venta, y la ampliación de la protección frente al humo y las emisiones de cualquier producto de tabaco y nicotina.

Una entrañable amiga fumadora me dijo que por amor a sus nietos no consumió tabaco durante las vacaciones mientras se encontraba con ellos. Es momento de que los fumadores piensen en los derechos de las infancias y respeten los espacios 100% libres de humo de tabaco. Solo por amor a las futuras generaciones, con educación e información sobre las graves consecuencias a la salud que conlleva fumar, se puede construir un mejor futuro para los niños.

Académico de la UNAM.

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