Víctima de la austeridad que debilitó su operación y del mal manejo administrativo de quienes desconocen el tema financiero y del campo, Financiera Rural está en riesgo de desaparecer por el gobierno de Morena, sin importar que deje en el desamparo a miles de micro y pequeños productores que, sin superar la crisis económica generada por la pandemia, no tendrán acceso a financiamiento para sacar adelante sus cosechas y serán presa fácil de agiotistas.
Ante ello, el PRI ha presentado una acción de inconstitucionalidad para no permitir que el grupo en el poder concrete ese duro golpe contra el campo mexicano y la sociedad en su conjunto.
Formalmente llamada Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, la Financiera Rural cuenta con importantes antecedentes que datan de hace 100 años, cuando en el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles se crea el Banco Nacional de Créditos Agrícolas, al cual seguirían otros nombres, pero con el mismo objetivo: atender al sector primario y rural de nuestro país para apoyarlo con créditos productivos.
Las dos falsedades que el oficialismo sostiene para desaparecerla son que no atendía a pequeños productores y que la cartera vencida era insalvable.
Al respecto, del 100% de créditos que Financiera Rural otorgó a productores en 2018, 24% fueron para micro, 41% a pequeños, 26% medianos y 9% para grandes. Es decir, Financiera Rural sí atendía al sector para el cual fue creada.
Asimismo, en 2018 la cartera vencida fue menor a 4%, cercana a la que maneja la banca comercial. Sin embargo, para 2022 se elevó a 19.2%, consecuencia de la inanición que se le aplicó, así como de la falta de capacidad de sus directivos.
Morena no sabe gobernar, administrar ni trabajar a favor de la gente. Todo el sexenio se la ha pasado desapareciendo lo que echa a perder y saqueando el erario.
La gente del campo no quiere prebendas ni limosnas, sino apoyo gubernamental para proyectos productivos. Si Financiera Rural desaparece, también lo hará la producción de granos, el fertilizante que se requiere y los paquetes de innovación tecnológica que nos vuelvan competitivos frente al campo de Estados Unidos.
Crédito no es igual a subsidio, siendo este último el que el gobierno sí da a los productores de autoconsumo, siempre y cuando no tengan más de 5 hectáreas.
El campo es víctima de la ignorancia, soberbia e irresponsabilidad de un gobierno que está creando una crisis de tamaño inimaginable. Por el bien de todos, confiamos que la Corte nos dé la razón y restituya Financiera Rural, al tiempo que la ciudadanía con su voto deje atrás la incompetencia de Morena.