Nuestro país tiene un largo historial de alianzas políticas que datan de su propia creación. No podemos olvidar que el Estado Mexicano se fundó con una gran alianza política cuando el general Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide se unieron en el Plan de Iguala y así sellaron de manera pacífica y concertada la independencia Nacional, hecho que está a punto de cumplir doscientos años de acontecido.
A partir de entonces muchos de los cambios políticos han sido el resultado de alianzas, tanto en lo militar como en lo electoral, político y social.
Y hoy México prepara una nueva alianza de cara al futuro.
Más de una ocasión, la historia patria nos ha enseñado que por más bienintencionado que sea un gobernante, el hecho de no tener contrapesos fuertes y sentirse legitimado por algún acontecimiento del pasado, suele llevar a los excesos y al autoritarismo.
Buscando reconstruirse como oposición fuerte y respetuosa del marco legal, el PRI, PAN y PRD hemos decidido llevar la alianza que celebramos en el ámbito electoral al terreno legislativo, con la intención de hacer un frente común que frene la ostentación, indiferencia y negligencia de poder en la que indudablemente ha caído el partido en el poder y sus aliados.
Alianzas del calibre de “Va por México” se dan en momentos muy puntuales de la historia.
Las militancias y dirigencias de estos partidos creemos que éste es uno de esos momentos. Por ello, debemos estar a la altura y saber responder con armonía y coordinación a las graves y reiteradas fallas del adversario, las cuales han causado muerte, pobreza, hambre y desconsuelo en amplios sectores de la sociedad.
En la Alianza Legislativa Va por México estamos convencidos que, de continuar la irresponsabilidad de Morena y aliados, la situación del país sería más calamitosa y muy probablemente nos estaríamos dirigiendo a uno más de esos indeseables episodios de nuestra historia en los que el poder desmedido logra anidar por todos los rincones de las estructuras del poder y así infectar de autoritarismo nuestra democracia.
Y es que la democracia es, ante todo, equilibrio, y en un gobierno el equilibrio lo da la oposición.
Por ello, en la LXV Legislatura del Congreso de la Unión la Alianza Va por México no permitirá que se concreten reformas constitucionales que violentan derechos humanos, menoscaban las instituciones y cancelan cualquier futuro promisorio a la Nación.
Y vamos a empezar con un paquete económico que sí piense y atienda las necesidades de México.