Veo en los medios y las redes sociales que sigue la confusión, que hay quien alega que los hombres son asesinados con mayor frecuencia que las mujeres como una manera de minimizar la violencia de género, que algunos aseguran todo esto de la marcha y el paro de mujeres no es más que una oscura conspiración urdida a partes iguales por Soros y Satanás.

Para todos ellos (son en su mayoría hombres), van algunos datos:

1. Sí, muchos más hombres que mujeres son asesinados cada año. En una proporción de nueve a uno, aproximadamente. Y sin duda, cada muerte violenta es una tragedia y deberíamos de estar haciendo todo lo posible por reducir la prevalencia de los homicidios. Pero eso no quita que la violencia letal contra las mujeres sea cualitativamente distinta a la que afecta a los hombres.

2. Consideren en primer lugar los métodos utilizados para matar a las mujeres. Entre los hombres, 72% de los homicidios en 2018 se cometieron con armas de fuego. Entre las mujeres, 58% murieron por arma de fuego, 15% por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, y 13% con objeto cortante.

3. En segundo lugar, hay diferencias notorias en el lugar de la agresión. En su gran mayoría, los hombres son asesinados en espacios públicos: en 2018, sólo 10% de las víctimas masculinas de homicidio recibió la lesión fatal en una vivienda particular. Para las mujeres, la proporción comparable fue 25%.

4. El hogar no es un lugar seguro para una proporción importante de mujeres y muchas de ellas cohabitan con sus agresores. De hecho, un estudio reciente del Inegi sobre tendencias y patrones de homicidios en México entre 1990 y 2017 detalló que “al analizar los casos en los que se conoce la relación de la víctima con las personas que presumiblemente cometieron el homicidio, se encontró que alrededor de 40% de los homicidios de mujeres fueron cometidos por sus parejas”.

5. A esto hay añadir que el feminicidio es sólo la manifestación extrema de una multiplicidad de violencias que enfrentan las mujeres en todos los ámbitos. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh 2016), 1.3 millones de mujeres sufrieron una agresión física en el ámbito familiar en los doce meses previos al levantamiento de la encuesta. Casi 600 mil recibieron patadas o golpes con el puño y más de 100 mil fueron atacadas con navaja, puñal o arma de fuego.

6. Considérese igualmente la violencia sexual. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe 2019), se contabilizan al año 11 delitos sexuales cometidos a mujeres por cada delito sexual cometido a hombres. En total, en el transcurso de 2018, las mujeres fueron víctimas de 1.3 millones de delitos sexuales. De ese universo, 64,000 fueron violaciones. Eso equivale a una violación cada ocho minutos en promedio.

7. A todo lo anterior, hay que sumar las muchas otras formas de violencia y exclusión que sufren las mujeres en México. De acuerdo a la Endireh, 66.1% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida.

En conclusión, va una humilde sugerencia para los que tratan de minimizar la violencia contra las mujeres, invocando un solo dato (el número de hombres asesinados): ya párenle. Las mujeres enfrentan condiciones de violencia estructural y cotidiana que los hombres no enfrentamos. Reconocer ese hecho y tratar de corregirlo es un paso necesario para enfrentar otras violencias y otras injusticias.

Así de fácil.

alejandrohope@outlook.com.
@ahope71

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