Como todo México sabe, Genaro García Luna, secretario de seguridad pública en el gobierno de Felipe Calderón, fue detenido ayer en Dallas, Texas, acusado de proteger al Cártel de Sinaloa a cambio de sobornos millonarios.
Van algunos comentarios sobre el tema:
1. ¿Con qué evidencias cuenta la fiscalía? No se sabe aún, pero por el documento presentado ayer ante un juez federal en Nueva York se deriva que el caso está construido mayormente sobre declaraciones de testigos protegidos, varios de los cuales habrían participado en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán. Parecería asimismo que una pieza clave es Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, y quien declaró en el juicio de Guzmán haber entregado personalmente sobornos a García Luna en algún momento entre 2005 y 2007. El caso por tanto gira sobre la credibilidad de esos testigos protegidos.
2. ¿Es posible que García Luna haya recibido sobornos del Cartel de Sinaloa? Sí: no hay ningún alto funcionario del sector seguridad en México que no esté expuesto a ser corrompido por las bandas criminales. Además, supongo que la DEA y el Departamento de Justicia no intentarían un proceso de este calibre si no tuviesen un caso medianamente armado. Sin embargo, un hecho me intriga: Jesús Zambada fue detenido en 2008 por la Policía Federal y extraditado a Estados Unidos en abril de 2012, aún bajo el gobierno de Calderón. Como mínimo, habría tal vez que preguntar por qué, si en efecto ocurrieron los sobornos narrados, García Luna no temía lo que pudiera declarar ese personaje a las autoridades estadounidenses. Tan no lo temía que se fue a vivir a Estados Unidos después de que dejó el cargo.
3. Por otra parte, no deja de sorprender que los sobornos en cuestión se hayan mantenido por debajo del radar de las agencias de inteligencia de Estados Unidos durante los seis años en los que García Luna presidió la SSP. La DEA cuenta con una red enorme de informantes en todas las bandas del narcotráfico. Parece difícil que no se haya enterado o no haya recibido rumores creíbles sobre sobornos millonarios a un integrante del gabinete de seguridad. A pesar de ello, las agencias estadounidenses no suspendieron la colaboración y el intercambio de información con la Policía Federal (y con García Luna directamente). Mike Vigil, exdirector de Operaciones Internacionales de la DEA, declaró ayer que “Nosotros, la DEA, teníamos una muy buena relación de trabajo con Genaro [García Luna]. En esa época, no había acusaciones de corrupción. Coordinamos investigaciones con ellos y nunca vimos evidencia de que pudieran estar comprometidos [con el narcotráfico]”. Cabe por supuesto la posibilidad de que la DEA estaba enterada de los sobornos y decidió proteger a García Luna por algún motivo poco claro.
4. Por otra parte, no está de más recordar que García Luna se fue a vivir a Estados Unidos apenas dejó el cargo en 2012 y luego recibió la condición de residente permanente. Es decir, los presuntos sobornos también habrían pasado inadvertidos para las autoridades migratorias del país vecino, las cuales voltean todas las piedras posibles e imaginables antes de otorgar la condición de residente a una persona políticamente expuesta. De nuevo, suena raro.
5. Nada de lo anterior significa que García Luna sea inocente o que no haya incurrido en actos de corrupción. Pero cabe la duda de por qué, teniendo a su disposición un presupuesto enorme, habría incurrido en la única forma de corrupción en México que importa a los estadounidenses (recibir sobornos de narcotraficantes), máxime cuando pensaba irse a vivir a Estados Unidos.
En resumen, hay que esperar al juicio. Todo lo demás es especulación.